Después de leer el burro de segundo grado modelo 250.
El protagonista de este artículo es Burrito, que sólo habla pero no hace nada. Contó una fábula: Lu soñó que había construido una casa grande. Pero después de muchos años, no construyó la casa que imaginaba. Esta historia nos dice que no podemos simplemente hablar y no hacer nada, de lo contrario no se logrará nada.
Mirando el artículo, recordé que ¡no soy Lu! Por ejemplo, una vez, a mi compañero de escritorio y a mí no nos fue muy bien en el examen. Acordamos no hablar en clase (excepto en las discusiones), de lo contrario aplaudiríamos, pero seguimos hablando. Como resultado, nuestras palmas se pusieron rojas.
En otra ocasión, mi madre me hizo un plan de estudios, pero no pude cumplirlo. Especialmente cuando practico caligrafía, prometí practicar cuatro páginas al día, pero hasta hoy solo he practicado 12 páginas. Cada vez estoy entusiasmado durante tres minutos. Sin perseverancia, no puedo perseverar. Me gusta jugar. Una vez que juego, me olvido de todo.
Leí
¡Que despierten los “hijos de asno” del mundo! No caiga en la trampa de hablar y no actuar.