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¿Podrá la IA reconocer las emociones humanas algún día en el futuro?

Cada año, las máquinas superan gradualmente a los humanos en cosas que antes pensábamos que sólo los humanos podían hacer.

Hoy en día, las computadoras pueden ganarnos en juegos de mesa complejos, transcribir una variedad de idiomas y reconocer rápidamente casi cualquier objeto.

Sin embargo, todavía tiene una deficiencia a la hora de identificar las expresiones humanas más sutiles.

Los robots del futuro podrían lograr avances en la detección de nuestras emociones.

¿Por qué es esto importante?

Porque si las máquinas y las personas que las manejan pueden sentir con precisión nuestras emociones, pueden ayudarnos como nunca antes, e incluso manipularnos.

Pero antes de eso, analicemos primero por qué algo tan complejo como las emociones se puede convertir en números, el único lenguaje que las computadoras pueden entender.

Esencialmente, las máquinas entienden las emociones de la misma manera que lo hacen nuestros cerebros, a través del reconocimiento de emociones.

El psicólogo estadounidense Paul Ekman definió varias emociones universales cuyas señales visuales son las mismas en todas las culturas.

Por ejemplo, la imagen de una sonrisa significa alegría para la gente urbana moderna, y también es cierta para los pueblos indígenas primitivos.

Según la teoría de Ekman, la ira, el disgusto, el miedo, el placer, la tristeza y la sorpresa son todos igualmente fáciles de reconocer.

Resulta que las capacidades de reconocimiento de imágenes de las computadoras están mejorando rápidamente gracias a algoritmos de aprendizaje automático como las redes neuronales.

Estos nodos artificiales imitan las neuronas biológicas de las personas estableciendo asociaciones e intercambiando información.

Para entrenar dicha red, los ejemplos de entrada se clasifican previamente en diferentes categorías, como imágenes etiquetadas como felices o tristes, y se introducen en el sistema.

Luego, esta red del sistema distingue diferentes muestras cambiando la proporción de diferentes características.

Cuanto mayor sea el entrenamiento, con mayor precisión podrá el algoritmo reconocer nuevas imágenes.

Este principio es similar al de nuestro cerebro, que procesa nuevos estímulos basados ​​en experiencias pasadas.

Los algoritmos de reconocimiento no se limitan a las expresiones faciales.

Nuestras emociones se expresan de muchas maneras diferentes.

Por ejemplo, el lenguaje corporal, la entonación de la voz, los cambios en los latidos del corazón, la tez y la temperatura de la piel, e incluso la frecuencia de las palabras y la estructura de las oraciones al escribir.

Se podría pensar que entrenar una red neuronal para identificar estas características sería un proceso largo y complicado, pero considerando la enorme cantidad de datos actual y la velocidad de procesamiento de datos de las computadoras modernas, esto en realidad no es un problema. .

Desde las actualizaciones de redes sociales, las imágenes y vídeos cargados y las grabaciones telefónicas hasta las cámaras de seguridad sensibles al calor y los monitores de señales fisiológicas portátiles, la pregunta clave no es cómo obtener suficientes datos, sino más bien ¿cómo hacerlo? utilizar estos datos.

Los usos del reconocimiento electrónico de emociones son múltiples.

Por ejemplo, los robots que utilizan algoritmos para reconocer expresiones faciales se pueden utilizar para ayudar a los niños a aprender o para brindar compañía a personas solitarias.

Muchas empresas de redes sociales están considerando utilizar algoritmos para marcar palabras especiales en publicaciones para prevenir comportamientos suicidas.

El software de reconocimiento de emociones podría ayudar a tratar enfermedades mentales o proporcionar psicoterapia automatizada de bajo costo.

A pesar de estos beneficios del reconocimiento de emociones, tener nuestras fotos, comunicaciones y señales fisiológicas escaneadas automáticamente a través de una vasta red también resulta inquietante.

¿Qué significa que nuestra información privada sea recopilada por este sistema impersonal y luego utilizada por las empresas para engañar nuestras emociones en los anuncios?

¿Cuáles son nuestros derechos?

Los robots actuales aún necesitan mejorar en la identificación de cambios sutiles en las emociones, como identificar el sarcasmo y el grado de emoción, y cuán feliz o triste está una persona.

Sin embargo, es posible que finalmente sean capaces de identificar correctamente nuestras emociones y responder a ellas.

Que puedan apreciar nuestro miedo a ser demasiado invadidos es otra cuestión.