"No importa lo pobre que seas, nunca comprarás el primer piso, y no importa lo pobre que seas, nunca comprarás el último piso".
Para muchas personas, las desventajas del primer piso pueden superar con creces las ventajas. A excepción de las familias con necesidades especiales (incluidos los ancianos y los niños), otras pueden estar más dispuestas a pagar que a comprar el primer piso. En primer lugar, si el promotor no piensa detenidamente, la distancia entre edificios puede ser demasiado pequeña, lo que provocará una iluminación insuficiente. En segundo lugar, si la administración de la propiedad no es buena, se dejan botes de basura en la comunidad y se sigue tirando basura en el mercado inmobiliario, es fácil provocar mosquitos, ratas, hormigas y el mal olor en todas partes. El saneamiento ambiental es un gran problema. En tercer lugar, si la humedad del aire en una ciudad es relativamente alta, como en las ciudades del sur o en la costa, se producirán problemas como reflujo de humedad, acumulación de agua, desprendimiento de las paredes y moho en el primer piso. Considerándolo todo, las experiencias de vida son muy diferentes. Por eso, muchas personas aconsejan a todos "no volver a comprar nunca más un apartamento en el primer piso".
Echemos un vistazo a la planta superior. Para el piso superior, la mayor ventaja es que tiene una vista más amplia, más iluminación y no se ve afectado fácilmente por el ruido, por lo que sin duda es una buena opción para los compradores a los que les gusta la tranquilidad. Por supuesto, el precio del último piso es relativamente barato, al igual que el del primer piso, por lo que es más adecuado para compradores de vivienda con fondos insuficientes. Pero a diferencia del primer piso, que es popular entre las personas mayores, el grupo que presta atención al piso superior son principalmente jóvenes que prestan más atención a la privacidad.
Pero en opinión de los expertos, no existe una elección absolutamente buena o mala en suelos. Sólo la que más te conviene es la mejor. Como se mencionó anteriormente, al mismo nivel de precios de la vivienda, las personas mayores son más adecuadas para vivir en el primer piso, mientras que los jóvenes pueden preferir vivir en el último piso. Además, con la mejora gradual de la tecnología de la construcción y la mejora continua de los productos residenciales, se han producido grandes cambios tanto en el primer piso como en el último piso. No importa lo pobre que seas, no puedes permitirte ni el primer piso ni el último piso. La frase se ha convertido en una especie de prejuicio, lo que significa que puede quedar obsoleta.