¿Quién es el autor de "Alicia en el país de las maravillas"?
Lewis Carroll, el autor de "Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas", originalmente se llamaba Charles Lutwidge Dodgson. Escritor inglés del siglo XIX, también fue diácono de la iglesia y profesor de matemáticas en el Christ's College de Oxford. Además de "Alicia en el país de las maravillas", también escribió muchas obras matemáticas y en prosa.
Era tímido por naturaleza, padecía una tartamudez severa y vivía una vida de soltero. Pero tiene una amplia gama de intereses y es bastante hábil en novelas, poesía, acertijos de lógica matemática, fotografía infantil, etc. ?
Un día del verano de 1862, Carroll llevó a las tres hijas del decano del Christ's College de la Universidad de Oxford a pasear en barco por el Támesis. Mientras tomaba un té junto al río, inventó una historia de fantasía para los niños. La protagonista lleva el nombre de Alice, de siete años, la más inteligente y linda de las hermanas.
Después de regresar a casa, Carol escribió la historia a petición de Alice y se la entregó personalmente. Poco después, el novelista Henry Kingsley descubrió el manuscrito y quedó asombrado por la imaginación de la historia. Con su apoyo, Carroll perfeccionó aún más la historia y la publicó en 1865 con el título Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas.
Tema de la obra
Aunque este cuento de hadas está lleno de fantasías absurdas, el autor insinúa profundamente la realidad social de la Gran Bretaña de mediados del siglo XIX.
Basándonos en lo que Alice ve y oye, podemos sentir que esta época está llena de etiqueta y vida pedante. Por ejemplo, el pequeño protagonista tiene miedo de recitar textos constantemente, como un perro empeñado en mostrarse. Fuera de su conocimiento histórico, el ratón resulta que simplemente recitó el libro de texto durante mucho tiempo y ni siquiera lo entendió.
Estas tramas hacen que los lectores sientan que los métodos educativos de aquella época eran rígidos y anticuados. En el cuento de hadas, Carroll también satirizó al pretencioso caballero conejo, a la esnob y vulgar duquesa, a la arrogante y violenta Reina Roja, etc., e incluso satirizó a la corte victoriana. Estos permiten a los lectores ver la seriedad de los chistes y percibir la racionalidad del absurdo.