Muchos ancianos rurales acompañan a sus hijos a la escuela de la ciudad. ¿Qué opinas de esta situación?
01. A medida que las condiciones familiares mejoran, la gente espera que sus hijos puedan recibir una mejor educación. En el pasado, la gente no prestaba mucha atención a la educación. Pensaban que estudiar era suficiente y no les importaba dónde estudiaban, por lo que no prestaban tanta atención al entorno de aprendizaje. Ahora se han satisfecho las necesidades básicas de vida de la gente y también han aumentado las exigencias de la gente en cuanto a la calidad de la educación.
Los padres no sólo se preocupan por las calificaciones académicas de sus hijos, sino también por la escolarización de sus hijos. Esperan hacer todo lo posible para brindarles a sus hijos el mejor ambiente educativo. Por lo tanto, algunos estudiantes rurales van a la ciudad a estudiar para mejores profesores en la ciudad.
02. Cuando las condiciones familiares mejoran, las familias esperan que sus hijos puedan recibir una mejor atención. Ahora todos están bien alimentados y vestidos, lo que es mejor para los niños. La gente espera que sus hijos puedan recibir una mejor atención y no pueden soportar alojarse solos afuera. En muchas familias rurales, los padres trabajan al aire libre para ganar dinero y la tarea de criar a los hijos queda en manos de los ancianos en casa.
Se dice que de vez en cuando, el propio anciano se vuelve viejo y no tiene nada más que hacer. Simplemente se quedan con los niños en casa todo el día, por lo que, naturalmente, tienen que seguirlos cuando salen a estudiar. No importa si alquilar un apartamento es difícil, siempre y cuando puedas cuidar de tus hijos.
03. Estudiar contigo no es la única opción, se debe decidir en función de la edad y personalidad del niño. Aunque acompañar a los estudiantes a estudiar es un fenómeno común, acompañar a los estudiantes a estudiar no es necesariamente la mejor opción. Necesitamos cultivar las capacidades independientes de los niños desde una edad temprana, y el internado es una buena opción. Los niños que van a internados aprenderán a resolver problemas por sí solos sin sus padres, mientras que los estudiantes que acompañan a personas mayores suelen ser más vagos porque normalmente les ayudan a hacer las cosas.