El ratoncito se conectó a Internet para leer y escribir.
1. Por la noche, hay mucho silencio. El ratoncito miraba dormir a su amo. Salió del agujero y llegó a la sala de estar. Decía: "También iré al cibercafé. El maestro no se enterará".
El ratoncito encendió la computadora y vio muchos paisajes hermosos: la playa interminable, un gran cocotero en la playa, y hay todo tipo de conchas. En la pradera verde hay caballos al galope, que son muy hermosos.
Sin embargo, mientras miraba, de repente apareció un gato de cara grande en el ordenador. El ratoncito entró corriendo en su agujero con un sonido de "Ah", se sentó en el suelo y nunca más se atrevió a salir.
2. Un día, mi padre tenía prisa por salir, pero se olvidó de apagar el ordenador. En ese momento, un lindo ratoncito saltó sobre el escritorio de la computadora y se sintió atraído por las coloridas imágenes que tenía frente a él.
Así que el ratoncito se paró frente al ordenador y observó con interés. El ratoncito quedó fascinado. En un instante, apareció un gran felino en la pantalla de la computadora. Se quedó mirando fijamente con su gran boca abierta, como si quisiera comerse al ratoncito de un bocado. De repente, el ratoncito se asustó tanto que le brotó un sudor frío en la frente y salió corriendo rápidamente.
Mientras corría, el ratoncito sintió que algo andaba mal y pensó, ¿eh? ¿Por qué el gato aterrador no lo alcanzó? El ratoncito se volvió con curiosidad, miró a su alrededor en silencio y descubrió que el gato estaba inmóvil. El ratoncito se acercó cautelosamente a la computadora, ¡jaja!
Fue entonces cuando descubrí que el gato atigrado que había en el ordenador era falso, sólo una foto. Ahora el ratoncito se dio cuenta de repente. Entonces, el ratoncito torció su trasero y su cintura frente a la computadora, ¡sin mencionar lo feliz que estaba!