Vivo en una residencia de la empresa y me gusta limpiar, pero ¿a otros compañeros no les gusta mucho limpiar? ¿Qué puedo hacer?
En primer lugar, eres diferente a ellos, por lo que existe una gran brecha en la comunicación y el comportamiento. Si quieres exigirles en función de tu comportamiento, es difícil.
Piensan que la limpieza no es importante. Si crees que no soportas estar impuro, tienes que limpiarlo tú mismo. Esa es la causa del problema. Ellos no limpian, pero tú limpias todos los días. Es comprensible que nadie valore los frutos de tu trabajo y te sientas desequilibrado.
Hay que decir que no te llevas bien con ellos en este ambiente. Si te llevas bien con ellos, poco a poco irás influyendo en ellos.
Existen tres formas de solucionar este problema. Una es ajustar su mentalidad, tratar este asunto con una actitud pacífica, insistir en limpiar todos los días e influir lentamente en ellos a través de su propio comportamiento. Si no puedes influir en ellos, tienes que trabajar en tu misofobia. El segundo es reducir sus propios estándares de limpieza para adaptarlos al medio ambiente. La tercera es abandonar este entorno y mudarse a vivir solo.