La fórmula que abre la puerta a la financiación
¡El día es auspicioso y el cielo y la tierra están abiertos! ¡El Maestro Luban está aquí para construir juntos un futuro próspero sin pedir bendiciones!
Cuando llega el momento de plantar moreras y cuando llega el momento de cortar leña, el maestro escucha y el crecimiento es auspicioso. La puerta de Luban mide tres pies por tres. Mi familia me llama el Dios de la Riqueza y dice: La puerta izquierda está dorada, la puerta derecha está dorada con plata, la puerta y la ventana de la concubina imperial son transparentes por ambos lados y ¿La puerta tiene incrustaciones de diamantes en ambos lados?
¡El Dios de la Riqueza está incompleto sin mí, Maestro Lu Ban, He Deqing!
¿Está la puerta abierta? ¿Abrir la puerta?
Pregunta en la puerta: ¿Quién eres?
La respuesta afuera de la puerta: ¡Soy una estrella de la fortuna en el cielo!
La puerta preguntó: ¿Qué llevas puesto? ¿Qué zapatos llevas?
Respuesta desde afuera: ¡Estoy usando una túnica de nueve dragones y zapatos para caminar!
La puerta preguntó: ¿Viniste por tierra o por agua?
Respuesta de fuera: ¡Vengo por tierra, vengo por agua!
Dentro de la puerta: hay decenas de curvas en la carretera seca y decenas de playas en el canal.
Respuesta fuera de la puerta: El camino de tierra tiene noventa y nueve curvas, y el camino de agua tiene noventa y nueve bajíos. Llegué temprano para pedirle al dueño que abriera la puerta.
La puerta preguntó: Entonces mi puerta de entrada cuesta 99 marcos, mi puerta trasera cuesta 99 fardos de leña y las madrigueras de los gatos y los perros están bloqueadas. ¿De dónde eres?
Respuesta afuera de la puerta: Soy una estrella de la suerte en el cielo, con una gran riqueza sobre mis hombros, una fortuna sobre mis espaldas y tesoros de oro y plata bajo mis pies. Tengo decenas de millones de hijos y nietos. No entraré en la madriguera del gato ni en la del perro, ¡entraré por la puerta!
¿Está la puerta abierta? ¿Abrir la puerta?
¡La puerta se abrió, dijo, la puerta se abrió de par en par, y entró el oro y la plata!
Afuera de la puerta, entras, ¡no hace falta decirlo!