El tema del ensayo es el conocimiento, el conocimiento, la lectura o los viajes. 1000 palabras
Cuando vivía en China, tenía mucha curiosidad por el mundo exterior. Como nací en China y no tuve otra opción, siempre sentí lo hermoso que era el mundo exterior. Después de experimentar tantos países, descubrí que incluso los países desarrollados tienen sus problemas e inconvenientes sociales. No hay paraíso en este mundo. Sólo viviendo una buena vida con un corazón indiferente se puede ser feliz.
Cada viaje es una nueva comprensión de ti mismo. Durante el viaje, aprendí a ser fuerte, a aprender a hablar de las cosas como son, a aprender a pensar desde la perspectiva de otras personas, a aprender a ver las cosas desde la perspectiva de otras personas y también a tratar de comprender algunas cosas con las que no estoy de acuerdo. . Hice amistades durante mis viajes y conocí a muchos extraños que me ayudaron, lo que me hace sentir agradecido.
Cuanto más lugares voy, más me encuentro en territorio desconocido y más veo gente afuera. Viajar me ha enseñado la humildad interior. Viajar no se trata de comparar. ¿Cuántos países has estado, en qué lugares remotos has estado, qué tan maravilloso eres, qué lentes usas y qué equipo tienes? Es lo que realmente obtienes desde dentro.
Viajar me hace valorar más mi vida actual. No seré un esclavo trabajador que sólo sabe ganar dinero y subir escaleras, ni viajaré sólo sin asumir responsabilidad social. Vivo en este mundo en mis propios términos, soy quien soy.
Si viajar es veneno, prefiero estar desesperado. Durante el viaje puedo ser mi yo más puro, reír cuando estoy feliz, llorar cuando estoy triste, volverme loco cuando veo las montañas nevadas, correr cuando veo las flores silvestres, conmoverse cuando veo lo exquisito. arte y pinturas, y ver una vida diferente. Simplemente grita. Después de caminar por miles de ríos y montañas, pienso en los rostros sonrientes de personas de todo el mundo, y lo que queda en mi corazón es conmovedor.
En la vida cotidiana y ajetreada de la ciudad, nunca puedo olvidar las cosas que he experimentado y los amigos que he conocido en todo el mundo. Tal vez cuando sea mayor me sentaré en una espaciosa silla de mimbre con una taza de té negro fuerte en la mano, frente a la brillante puesta de sol, girando la cabeza y sonriéndonos el uno al otro. Todas las flores que florecen y caen, que comparten la prosperidad y la desgracia, el éxito y el fracaso, las risas y las lágrimas, serán ignoradas en esos largos años que fluyen.