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Análisis de las obras de Courbet-26.11.2016

? En esta obra que representa un acantilado junto al mar, la composición es simple y poderosa, audaz y grandiosa, pero atenta a los cambios sutiles. Toda la imagen está llena de una sensación de peso y volumen, y el aumento de brillo de los cambios de color en la imagen constituye un encanto formal único. La pincelada tosca del raspador en el acantilado es como la técnica china del pincel seco, que hace que el acantilado experimente cambios sutiles en la forma tridimensional. Es majestuoso y se convierte en el foco de la imagen, sustentando la estructura de toda la imagen. Los acantilados, las bahías, los barcos después de la tormenta y el océano después de la lluvia se desplazan a la perspectiva media para resaltar los escarpados acantilados a la orilla del mar. Son hermosos y magníficos bajo la luz del sol y la sensación de espacio y luz en la imagen. es muy fuerte.

Se trata de una obra de paisaje creada por Courbet en 1866. Tonos cálidos de amarillo, verde y marrón se unifican en el color principal del amarillo. Representa una escena de tres ciervos junto a un arroyo en lo profundo del bosque. Ciervos libres, inteligentes y lindos, arroyos claros y transparentes, árboles altos y fuertes; el pintor exalta la belleza de la naturaleza con estilos líricos, delicados, reverenciales y elogiosos, y representa un mundo de cuento de hadas.

? También conocida como Hei Chun Jiang, se exhibió en 1867 y es una de las obras de mayor éxito de Courbet. Los colores de este cuadro se hacen eco entre sí y cambian capa a capa; los árboles verdes se vuelven grises en las sombras, el agua es gris, y las hojas verdes se reflejan en el agua también son grises, con tonos marrones y verdes; sobre ellos; el cielo es de color gris claro, con una luz azul parpadeante al mismo tiempo.

La vitalidad de todo el cuadro se basa en cambios de capas, reflejos y tonos transparentes. Sintamos el temblor del aire en el cuadro, y sintamos el poder pacífico, firme y eterno de cada piedra; la tranquilidad, la majestuosidad y el poder silencioso de la naturaleza se expresan solemne y magníficamente en este cuadro.