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¿Cómo cuidar a los pacientes con infarto cerebral?
La atención de enfermería a pacientes con infarto cerebral incluye la atención de miembros paralizados y la prevención de complicaciones. Para las extremidades paralizadas, se debe diseñar un programa de rehabilitación razonable para prevenir la trombosis venosa profunda en las extremidades inferiores. Para pacientes con parálisis severa, se puede usar una bomba neumática para ayudar pasivamente a la contracción muscular y prevenir la trombosis venosa profunda. Las directrices extranjeras también mencionan que la heparina de bajo peso molecular se puede utilizar como anticoagulación para reducir la aparición de trombosis venosa profunda en las extremidades inferiores. Las extremidades paralizadas no deben tratarse con líquidos intravenosos. En cuanto a las complicaciones, las más comunes en pacientes con infarto cerebral son la neumonía por aspiración y las escaras. La causa más común de neumonía por aspiración es no proporcionar rápidamente nutrición nasogástrica a pacientes con dificultad para tragar, es decir, proporcionar nutrición a los pacientes a través de una sonda nasogástrica. La neumonía por aspiración a menudo ocurre debido a dificultad para tragar y asfixia con el agua potable. Los pacientes con parálisis grave deben darse la vuelta con regularidad para evitar que la presión prolongada sobre la piel paralizada forme escaras. Algunos pacientes con infarto pueden tener dificultad para orinar. Es necesario retirar los catéteres a tiempo para reducir la retención urinaria. Se debe prestar atención a los siguientes puntos en el cuidado diario de pacientes con infarto cerebral: en la etapa aguda, el reposo en cama debe realizarse en posición supina para asegurar el suministro del flujo sanguíneo cerebral, reducir la hipoxia del tejido cerebral y mantener la posición funcional. de los miembros paralizados y ayudar al paciente a mover pasivamente las articulaciones de los miembros afectados. Una vez que la afección se estabiliza, se anima al paciente a hacer ejercicio activo y levantarse de la cama lo antes posible. Se proporciona entrenamiento y orientación sistemática en aspectos como levantarse, equilibrar la extremidad afectada, ponerse de pie y caminar, y aumentar gradualmente el rango. y frecuencia de las actividades. Finalmente, se ayuda al paciente a subir y bajar escaleras, para que la extremidad afectada pueda ejercitarse mejor. Si un paciente con infarto cerebral ha estado paralizado durante muchos años, necesitará reposo en cama. Si no se le da la vuelta a tiempo, se pueden desarrollar úlceras por decúbito. Si las escaras no se tratan adecuadamente, se puede desarrollar sepsis, que es una de las complicaciones graves que ponen en peligro la vida.
Los pacientes que permanecen en cama durante mucho tiempo son propensos a sufrir neumonía y necesitan que se les dé una palmada en la espalda para favorecer la absorción de la inflamación.
En cuanto a la dieta, se debe evitar que los pacientes se atraganten y tosen; los pacientes que no pueden comer deben ser alimentados mediante sonda nasogástrica, con una nutrición lo más equilibrada posible, incluyendo carne, huevos, leche, verduras y frutas.
Si el paciente puede caminar por sí solo, el foco de atención debe ser regular activamente la presión arterial, los lípidos en sangre y el azúcar en sangre para prevenir el siguiente ataque.