¿Qué opinas sobre el hombre mayor que ayuda a Ouyang Nana a limpiarse los senos, interactúa íntimamente sin evitar sospechas y regresa al hotel por la noche?
Mientras comía, Ouyang Nana le dio al hombre el arroz de su plato. Tal vez sea porque el cuerpo no quiere comer demasiados alimentos básicos y el hombre lo acepta felizmente. Los dos parecían familiares.
Más tarde, cuando Ouyang Nana estaba comiendo langosta, accidentalmente le salpicó la ropa y los pantalones con la sopa. De repente, se sorprendió, el rostro de Ouyang Nana se puso pálido y no pudo evitar gritar.
El hombre de al lado inmediatamente sacó un pañuelo de papel, se inclinó para limpiar la suciedad de los pantalones de Ouyang Na y luego, inevitablemente, limpió la suciedad del pecho de Ouyang Na. En resumen, Ouyang Nana es una niña adulta y no es apropiado que el sexo opuesto le frote los senos directamente. ¿Son pareja?
Después de cenar, ya entrada la noche, caminaron juntos por la calle. Ouyang Nana tomó la iniciativa de poner su brazo sobre el hombro del hombre y regresó al hotel con mucho cariño. Los fanáticos inmediatamente se acercaron para difundir rumores. Este anciano es en realidad el maquillador de Ouyang Na. ¿Son buenos amigos? Además, todos los maquilladores aparecieron antes en las fotos y vlogs de Ouyang Na.
Entonces, nadie hizo una barra de hierro y no se mencionó la relación de Ouyang Na con el hombre. Resulta que ella es del sexo opuesto. Es una figura pública y siempre debe prestar atención a sus palabras y hechos. Era realmente inapropiado que ese hombre le limpiara los senos.
Por supuesto, el maquillador puede ser mucho mayor que Ouyang Na. Desde la niña que creció con Nana hasta el actor estrella actual, sus sentimientos por Nana son los mismos que los de sus padres y hermanos.
Con todo, este incidente también hizo sonar la alarma para Ouyang Na. Para convertirse en una figura pública, primero debe sacrificar la mayor parte de su privacidad. Los pequeños actos pueden magnificarse y su reputación inevitablemente se perderá. Vale la pena esperar con ansias el futuro de Nana, ¡vamos!