¿Por qué siempre hay sobres rojos en el pronóstico del tiempo?
Hace tres mil años, las inscripciones en huesos de oráculos chinos contenían registros sobre el clima, incluidos el viento, las nubes, el arco iris, la lluvia, la nieve, las heladas, la neblina, los tornados, las tormentas eléctricas, etc. A medida que se registraron por escrito una gran cantidad de fenómenos meteorológicos, algunos intelectuales finalmente lograron comprender el clima. En la antigua China observábamos la astronomía y la meteorología, hacíamos calendarios y entendíamos y prediíamos el clima.
El propósito más claro es ordenar la producción agrícola, los sacrificios y otras actividades. Oracle también refleja que las personas ya tienen requisitos para predecir las condiciones climáticas, todos ellos adaptados a las necesidades de la producción agrícola en ese momento. Ya en el período de primavera y otoño, los antiguos establecieron cuatro términos solares: pleno verano, pleno verano, pleno verano y solsticio de invierno. Después de una mejora y perfección continuas, durante las dinastías Qin y Han, los veinticuatro términos solares se habían establecido plenamente.
Pronóstico del tiempo por los antiguos chinos;
Según la teoría del "mandato del destino", el amanecer, el atardecer y el flujo y reflujo son cambios cíclicos naturales. Se pueden hacer predicciones más precisas de estos cambios cíclicos. Sin embargo, las personas a menudo no pueden ver el amanecer, el atardecer y el flujo y reflujo habituales. En este momento, la gente espera conocer de antemano esos fenómenos irregulares.
Desde la antigüedad, los intelectuales chinos han prestado atención a la astronomía, los terremotos y las predicciones meteorológicas. El antiguo pensador Dong Zhongshu propuso el lema "sojuzgar a los demás y tender la mano al rey, doblegar al rey y tender la mano al cielo". La primera frase es pedir a los súbditos que obedezcan al emperador. La última frase es para pedirle al emperador que escuche la voluntad de Dios. La Providencia limitó las acciones del emperador. La mayoría de estos fenómenos celestes provienen del desconocimiento del cielo (como los eclipses solares) y de la tierra (como los terremotos).