Un cambio repentino de clima molesta al gato. ¿Qué pasó?
Entonces, ¿cuáles son las causas de la diarrea inexplicable en los gatos?
1. Cambio climático
Cuando el clima cambia repentinamente, el cuerpo del gato no ha tenido tiempo de adaptarse a tiempo, provocando una excitación nerviosa. Se trata de la llamada diarrea por estrés, provocando una excitación nerviosa. la mucosa intestinal secreta. El aumento de la peristalsis intestinal se acelera, provocando diarrea.
En segundo lugar, la condición física disminuye
Cuando la temperatura baja, la energía requerida por el gato también comienza a aumentar. En este momento, la ingesta de alimentos del gato también aumenta y, en consecuencia, la carga gastrointestinal del gato también aumenta. Especialmente en invierno, cuando la comida está demasiado fría y no estás acostumbrado a ella por un tiempo, la función digestiva es frágil, la flora se altera fácilmente y es probable que se produzca diarrea de vez en cuando.
¿Cómo prevenir y tratar la diarrea del gato en casa?
En primer lugar, prepara un nido más cálido para los gatos para reducir el estrés provocado por los cambios climáticos y prevenir la aparición de resfriados. Trate de no bañar a los gatos con frecuencia durante la temporada de lluvias invernales. Fortalezca los suplementos nutricionales, mejore la inmunidad y aumente la resistencia.
Debido a los cambios climáticos, la carga digestiva en el tracto gastrointestinal de los gatos es mayor. Creo que muchos padres tienen probióticos para gatos en casa, que pueden ayudar a los gatos a promover la digestión, reducir la carga digestiva, regular el tracto gastrointestinal, equilibrar la flora microbiana, mejorar la resistencia y la tolerancia y reducir el estrés y los problemas gastrointestinales.
Cómo alimentar a los gatos con probióticos; puedes mezclarlos uniformemente en comida para gatos, comida enlatada, comida húmeda o en agua potable. Alimente el agua en invierno. Tenga cuidado de no utilizar agua fría, que puede irritar fácilmente la mucosa gastrointestinal. Lo mejor es utilizar agua tibia. La dosis se puede consumir según los estándares de uso de cada probiótico.