¿Cómo mantener una vida sexual adecuada después del matrimonio?
Una vida sexual razonable y moderada no sólo puede mantener la relación entre marido y mujer, sino que también puede ser de gran ayuda para la salud tanto de hombres como de mujeres. Tener relaciones sexuales 2 o 3 veces por semana puede reducir o aliviar en gran medida el estrés de la vida de pareja y puede brindarles a las personas una sensación de relajación sin precedentes después del sexo. Debido a que la vida sexual es principalmente un deporte masculino, también puede mejorar el físico masculino y lograr un buen efecto de ejercicio. Durante las relaciones sexuales, la mujer secreta una gran cantidad de hormonas para regular el equilibrio de las funciones corporales y reducir la incidencia de muchas enfermedades ginecológicas.
Todo tiene un límite. Demasiado sexo puede causar daños mentales y de salud tanto a hombres como a mujeres. La vida sexual frecuente hace que los genitales masculinos estén congestionados durante mucho tiempo, lo que puede provocar prostatitis, vesiculitis seminal, impotencia, eyaculación precoz y otros síntomas. La eyaculación excesiva y frecuente durante mucho tiempo también puede provocar sequedad de los espermatozoides y provocar infertilidad. Las relaciones sexuales frecuentes en las mujeres también pueden causar inflamación del sistema reproductivo, como enfermedad inflamatoria pélvica, vaginitis y cervicitis. Los orgasmos frecuentes en las mujeres pueden provocar que el útero se congestione y se contraiga durante mucho tiempo y, en casos graves, puede producirse infertilidad.
Es mejor que las parejas se limpien antes y después de tener relaciones sexuales. Especialmente para las mujeres, la higiene vaginal es particularmente importante. Cuando comienza la vida sexual, el exmarido y la exmujer pueden bañarse juntos. Durante el baño, pueden realizar juegos previos adecuadamente para limpiarse, aumentar el deseo sexual y estar completamente preparados para una vida sexual armoniosa y perfecta. También debes enjuagarte brevemente después de tener relaciones sexuales para garantizar la higiene y evitar infecciones.