Durante el período de estudios en el extranjero, los buenos amigos originales gradualmente se volvieron indiferentes y pudieron compartir el alquiler juntos durante los siguientes seis meses. ¿Qué debo hacer?
1. Puede deberse a cambios de tiempo, distancia, entorno y amigos. Si no nos conocemos por ese motivo, entonces no creo que haya necesidad de preocuparse por sentirnos avergonzados o infelices si compartimos una habitación juntos. Porque ustedes dos se llevaban muy bien antes, lo que significa que no hay problema con su personalidad y forma de hacer las cosas. Estos dos puntos no cambiarán por factores objetivos como el tiempo y la distancia. Al contrario, vuestro reencuentro hará que os apreciéis aún más. Quizás te preguntes por qué no has pensado en contactar a la persona antes. Qué vergüenza. Bastante. Y descubrirá que cuando se sientan juntos y conversan, los recuerdos del pasado aparecerán frente a ustedes y se volverán particularmente familiares. Al mismo tiempo, podéis compartir lo que veis y oís entre vosotros. En este momento, se sorprenderá al descubrir que manejará cosas similares de la misma manera. Este es un comportamiento normal y natural, porque siempre habéis sido buenos amigos, pero el tiempo y la distancia han hecho que enterráis esta amistad profundamente en vuestro corazón.
2. Puede ser porque ha habido cosas desagradables antes y la relación se ha vuelto cada vez más distante. Si este es el caso, entonces es obvio que no se llevan bien y no están en la misma página. Aun así, si queréis vivir juntos, creo que es bueno hacer un acuerdo de tres partes. Dado que tienen diferentes personalidades o formas de hacer las cosas, es mejor establecer una solución en la que todos estén de acuerdo antes de que suceda. Ser reservado puede evitar que los conflictos se intensifiquen y avergüencen a la otra parte. En segundo lugar, si tienes las condiciones, puedes intentar persuadir a la otra persona para que no viva junta, o puedes ayudarla a encontrar un lugar mejor y más adecuado para vivir. Básicamente, esto puede prevenir todo tipo de problemas en el futuro. Después de todo, el dolor a largo plazo es peor que el dolor a corto plazo. Quizás vuestra amistad llegue a su punto más bajo en un corto periodo de tiempo, pero es mejor que no volver a verse nunca más.