El Audi Q3 se siente contraído mientras conduce.
Puede haber cuatro razones principales por las que la carrocería del vehículo tiembla al ralentí:
1 Depósitos severos de carbón en el motor: la causa más común de que el vehículo tiembla es que la válvula del acelerador está demasiado agitada. sucio o el inyector de combustible tiene demasiados depósitos de carbón. Cuando hay demasiados depósitos de carbón en el motor, la gasolina rociada desde el cabezal de inyección de combustible durante el arranque en frío será absorbida por el depósito de carbón, lo que hará que la mezcla sea demasiado líquida durante el arranque en frío y dificultará el arranque. En este caso, sólo cuando la gasolina adsorbida por el depósito de carbón alcance la saturación podrá entrar fácilmente en el automóvil. Después de entrar en el automóvil, la gasolina adsorbida en el depósito de carbón será succionada hacia el cilindro por la succión de vacío del motor para la combustión. haciendo que la mezcla sea más rica. La mezcla combustible del motor se diluye y concentra, provocando vibraciones en ralentí después del arranque en frío.
2. Problemas en el sistema de encendido: Verifique el estado de funcionamiento de las bujías, cables de alto voltaje y bobinas de encendido. Las malas condiciones de funcionamiento del sistema de encendido y de las bujías también pueden provocar este tipo de averías.
3. La presión del aceite es inestable: si limpiaste el motor, limpiaste el acelerador y reemplazaste la bujía, aún encontrarás que la carrocería tiembla al ralentí. Se recomienda verificar si los sensores de presión de suministro de combustible y de presión del aire de admisión son normales. Si la presión de suministro de aceite de la bomba de aceite es anormal o el sensor de presión del aire de admisión tiene un valor incorrecto y no funciona correctamente, la carrocería del vehículo vibrará.
4. Envejecimiento de las piezas del motor: La inquietud del coche también está relacionada con el envejecimiento de las piezas del motor. Los pies del motor se encargan de absorber ligeras vibraciones cuando el motor está en marcha. Si hay un problema con las patas del motor, estas vibraciones se transmitirán al volante y a la cabina, provocando vibraciones en ralentí.