En las agencias inmobiliarias, la capacidad de comunicación del agente entre el cliente y el arrendador en el alquiler y venta de viviendas.
1 No vi al cliente pagando, el cartel tomó el pedido. ¡Solo puedes creer la mitad de lo que dicen! Es muy simple. Muchos clientes o propietarios le dirán: ¡definitivamente le compraré una casa y se la venderé! Mañana la gente pagará un precio más alto o verá una casa más barata, por lo que no recordarán tu nombre.
A veces tienes que mostrar tu sinceridad para que clientes y propietarios quieran acercarse a ti. Su próximo contacto puede ser más conveniente.
3. No te excedas. No todo en el mundo es perfecto y cada uno tiene sus propios defectos. Por eso, a la hora de ver una casa, intenta evitar preparar demasiadas ventajas para evitar que los clientes se queden mirando. las deficiencias. No necesitamos probar las ventajas. Todo el mundo tiene cerebro y los clientes pueden verlo por sí mismos, pero cuando se trata de deficiencias que no se pueden resolver, simplemente podemos ignorarlas.
A veces hay que ser diplomático y otras veces hay que ser directo. Por ejemplo, si un cliente menciona las deficiencias de la casa, se lo tomará a la ligera, o si el cliente negocia el precio, entonces hay que decir una palabra directamente, y no nos toca a nosotros mirarla.
5 Cuando hables, debes tener ideas y hablar con claridad, para que los clientes puedan seguir tus ideas, de lo contrario tus pensamientos no serán expresados. ¿Cómo consideran los clientes su idea?
Bueno, estas son sólo algunas técnicas sencillas, ¡hay muchas más que no se pueden hacer a la vez! ¡Resúmelo tú mismo lentamente!