Si fuera propietario, ¿a cuál de los siguientes tipos de inquilinos le alquilaría?
Como propietario, he alquilado muchas casas y he conocido a muchos inquilinos extraños. Algunos de ellos me dejaron estupefacto, otros me asombraron y otros me hicieron sentir impotente. Hoy voy a compartir algunas historias sobre algunos de los inquilinos más extraños que he conocido.
1. Un inquilino que ama las plantas Una vez le alquilé un apartamento a una niña. Parecía muy tranquila y educada, lo que me impresionó profundamente. Sin embargo, cuando se mudó allí, descubrí que tenía un pasatiempo extraño: le gustaba tener varias plantas en la habitación.
Al principio no pensé que hubiera nada malo en esto. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo, comencé a notar que sus plantas eran cada vez más numerosas, más grandes y ocupaban más espacio. Al final, sus plantas ocuparon todo el salón y quedaron inaccesibles.
Traté de comunicarme con ella, esperando que pudiera mover algunas de las plantas, pero ella afirmó firmemente que sus plantas eran sus tesoros y no podía dejarla. Al final tuve que ceder y dejar que ella pusiera las plantas en el balcón.
2. Un inquilino al que le gusta correr. En otra ocasión le alquilé una pequeña habitación individual a un chico. Parecía tan saludable que pensé que era un atleta. Sin embargo, cuando se mudó, descubrí que tenía una extraña costumbre: todas las mañanas, antes del amanecer, corría por la casa.
Esto no es lo más extraño. Lo más extraño es que cuando corre, hace unos ruidos extraños, como un rugido. Una vez traté de comunicarme con él, con la esperanza de que pudiera reducir su tiempo de carrera o correr afuera, pero él afirmó firmemente que este es su hábito y que no quiere cambiar.
Al final, tuve que aguantar el ruido y sólo me sentí aliviado cuando él se alejó.
3. Un inquilino al que le encanta beber. En otra ocasión, le alquilé un apartamento a un hombre de mediana edad. Parece rico, pero tiene un pasatiempo extraño: le gusta beber y bebe hasta tarde todas las noches.
Al principio no pensé que hubiera nada malo en esto. Sin embargo, todas las noches hacía ruidos fuertes y, en ocasiones, discutía con otras personas. Al final, tuve que comunicarme con él, con la esperanza de que pudiera reducir el tiempo que bebía o bebía afuera.
Escuchó mi consejo, pero solo redujo temporalmente su tiempo de bebida y finalmente volvió a su estado original. Al final, no tuve más remedio que rescindir el contrato con él antes de tiempo y dejar que se mudara.
4. Un inquilino que ama a las mascotas Finalmente, en otra ocasión, le alquilé un apartamento a una chica. Se ve muy hermosa y elegante, pero también tiene un pasatiempo extraño: le gusta tener todo tipo de mascotas.
Al principio, ella solo tenía un cachorro y no le vi nada malo. Sin embargo, con el paso del tiempo empezó a tener gatos, pájaros y otras mascotas. Finalmente, su mascota se apoderó de toda la habitación, haciendo ruidos fuertes y molestando al resto de los inquilinos.
Traté de comunicarme con ella, esperando que pudiera alejar a su mascota, pero ella afirmó firmemente que su mascota es su familia y no puede dejarla. Al final, no tuve más remedio que rescindir el contrato con ella antes de tiempo y dejarla mudarse.
Resumen Como propietario, me he encontrado con muchos inquilinos extraños. Algunos de ellos me dejaron estupefacto, algunos me asombraron y otros me hicieron sentir impotente. Sin embargo, también aprendí mucho de él, como por ejemplo cómo comunicarme con los inquilinos, cómo solucionar los problemas, etc. Creo que mientras administremos nuestro negocio con cuidado, podremos encontrar buenos inquilinos y mejorar nuestras vidas.