Las principales manifestaciones del fenómeno de que los bosques pueden purificar el aire y regular el clima son:
El medio ambiente afecta a las plantas. Los factores ambientales como la luz, la temperatura, las precipitaciones, el tipo de suelo, etc. afectan a las plantas. Por ejemplo, en áreas tropicales con luz intensa, alta temperatura y buena humedad, las hojas de las plantas son grandes, mientras que en latitudes altas y frías, las hojas de las plantas son pequeñas.
En los trópicos, las plantas son de hoja perenne, mientras que en las zonas templadas, la mayoría de las plantas son de hoja caduca; el impacto de las plantas en el medio ambiente es que las plantas cambian el entorno circundante a través de sus propias acciones. Por ejemplo, en las zonas tropicales y subtropicales, las plantas crecen rápidamente y tienen una demanda relativamente grande de minerales. Por lo tanto, las plantas secretan ácidos orgánicos desde sus raíces para aumentar el suministro de fósforo y calcio, lo que resulta en un pH y acidez bajos del suelo.
En cambio, en las regiones templadas, el pH del suelo es neutro o alcalino. El suelo del bosque tiene un alto contenido de materia orgánica y una fuerte afinidad con el agua, lo que puede absorber la lluvia, reducir la formación de flujos de escombros y mejorar el microclima regional. Por tanto, los bosques pueden purificar el aire, regular los fenómenos climáticos y el impacto de las plantas en el medio ambiente.
Los principales componentes del clima son la temperatura y las precipitaciones. El impacto de los bosques en el clima se refleja principalmente en el microclima local: la existencia de bosques y la transpiración pueden hacer que el aire local sea más húmedo, aumentar la humedad del aire y, en consecuencia, aumentar las precipitaciones.