Cómo tomar fotografías y posar para las hojas de arce
1. Ropa adecuada
Los colores de las hojas de arce son muy brillantes. Para resaltar efectivamente el cuerpo principal, la elección del color de la ropa puede ser principalmente colores lisos, como beige, blanco, beige claro, etc. Este tipo de ropa puede resaltar mejor la belleza fresca de los personajes, resaltar el entorno y mostrar el cuerpo principal al mismo tiempo.
Por supuesto, también vale la pena probar otros colores de ropa, como abrigos color camel y suéteres a cuadros, que no solo pueden expresar el otoño sino también crear una atmósfera.
2. Aprende a integrarte en el entorno
Para tomar un retrato hermoso y natural de las hojas de arce, debes aprender a integrarte en el entorno de disparo y hacer algunas fotografías limitadas basadas en él. Las escenas de acción del bosque de hojas de arce. Por ejemplo, en la imagen de abajo, con el bosque de hojas de arce como fondo, los personajes se sientan en silencio y leen en silencio, creando una sensación de tranquilidad y elegancia, con una atmósfera un poco más literaria.
3. Las hojas de arce son el primer plano.
Las hojas de arce no solo se pueden apreciar, sino que también son un buen accesorio para mejorar la calidad de la imagen. Cuando la foto es monótona y no tiene capas, puedes usar la hoja de arce como primer plano, ya sea que la tengas en la mano o te escondas detrás de las ramas.
Este método de disparo no solo puede hacer que la imagen sea más tridimensional y en capas, sino que también puede cubrir la cara adecuadamente para que la foto parezca más grande.
4. Posturas ricas de las manos
Si estás tomando un retrato de busto, las posturas de las manos de todos deben ser lo más diversas posible, para evitar la rigidez y darle al retrato una sensación más natural. . En referencia a la imagen de abajo, la modelo sostiene su barbilla con sus manos y mira a la cámara, tomando fotografías de la niña, lo que la hace lucir un poco más juguetona. ,
También puedes poner tu mano en la barbilla para cubrirla y sonreír con los ojos cerrados, lo que también queda bien.