Tres películas francesas destacadas
1. "El asesino no es demasiado frío"
"El asesino no es demasiado frío" se estrenó en 1994. Fue escrita y dirigida por el director francés Luc Besson y dirigida por Jean Reno, Gary Oldman y Natalie Portman. La película se rodó principalmente en Nueva York y cuenta la historia de un asesino profesional y una niña. La película fue nominada al Premio César en 1994 y estos dos personajes también marcaron el comienzo de una nueva era de tramas de amor y tío.
2. Amélie
"Amélie" es una película romántica francesa de 2001 dirigida por Jean-Pierre Jeunet y protagonizada por Audrey Tower, Matthew Cassavetes, Jamel Dubuz y Dominic Pinault. . La película se estrenó en Francia el 25 de abril de 2001. La película cuenta la historia de la desafortunada infancia de Emily, pero no afecta su optimismo sobre la vida.
3. "La Bella y la Bestia"
La Bella y la Bestia es una película dramática estrenada el 29 de octubre de 1946, 10. La película está dirigida por Jean Cocteau y protagonizada por Jean Mallet, Jusette Day, Mira Parelli, Nane Germain y Michel Auclair. La película cuenta la historia de un hombre de negocios que recogió por error las rosas de la bestia y tuvo que pagar el precio. Bella llegó al castillo en lugar de su padre, se enamoró de la bestia y finalmente descubrió que la bestia era un príncipe.
Historia del cine francés:
Francia es uno de los primeros países en inventar el cine. En 1894, dos hermanos, A. Lumière y L. Lumière, fabricantes de material fotográfico en Lyon, construyeron una máquina cinematográfica móvil que no sólo podía proyectar, sino también filmar y revelar películas.
Las primeras películas sonoras francesas eran de mala calidad y eran grabaciones de óperas y programas de entretenimiento. Al disparar, la cámara se fijó en una cabina insonorizada, lo que provocó la desaparición total de la fotografía con teléfonos móviles.
El cine actual cuenta con imaginería poética, expresiones poderosas, paisajes o fondos como personajes importantes del cine, naturalismo y metáforas subjetivistas o simbolistas.
Las películas francesas se inspiraron en las pinturas impresionistas y trataron de expresar impresiones perceptivas directas a través de imágenes. No se centran en la trama de la película, sino en crear la atmósfera.