La conmovedora historia del terremoto de Wenchuan tiene entre treinta y cuarenta años
A las 14:28 del 12 de mayo de 2008, era un día soleado, pero inolvidable para innumerables personas.
En este terremoto, innumerables historias son conmovedoras:
Los taxistas de Chengdu se organizaron espontáneamente y corrieron hacia la zona del desastre; el maestro usó su sabiduría para salvar a la madre de 59 estudiantes; de un niño amamantándolo, hasta la muerte; de un hermano que carga a su hermana a la espalda y camina durante 12 horas fuera de la zona del desastre... Innumerables historias conmovedoras nos hicieron derramar lágrimas.
Hay una historia que hace llorar a todo el que la ha escuchado; hay un mensaje de texto que conmueve a todo el que lo lee; ¡hay una sinceridad que conmueve a todos! Esa era una madre común y corriente, como muchas personas, quedó atrapada por la casa derrumbada, pero la diferencia era que había un bebé debajo de su cuerpo que tenía menos de un año. Sus delgados hombros sostenían la enorme losa de concreto; su columna curva bloqueaba los pesados escombros; sus delgadas manos presionaban contra el duro piso. Ella consoló suavemente al niño: "Bebé, no llores". El niño miró a su madre confundido y finalmente se quedó dormido. Poco a poco, la madre sintió que ya no podía mantenerse a sí misma. Usó todas sus fuerzas para completar un mensaje de texto: "Querido bebé, si tienes la suerte de sobrevivir, debes recordar que mamá te ama". ¡Sus últimas palabras son también una declaración de amor maternal! El niño sigue durmiendo tranquilamente, con una dulce sonrisa en el rostro, sin ningún pánico, porque sabe que el lugar donde está su madre, debe ser hermoso, seguro y cálido...
Terremoto, ¡No podemos romper nuestro amor! ¡El desastre no tiene piedad! Si un lado está en problemas, ¡se brindará apoyo de todos los lados! El amor está a nuestro alrededor.