Una princesa saudí fue condenada a diez meses de prisión por golpear a alguien en París. ¿Afectará esto a la relación entre Arabia Saudita y Francia?
Según las últimas noticias de la Agence France-Presse del 12 de septiembre de 2019, una princesa saudí fue condenada a 10 meses de prisión con sentencia suspendida por golpear a un trabajador en Francia.
¿A qué se debe esto? Resultó que en 2018, uno de los trabajadores de la princesa saudí estaba trabajando en un apartamento de lujo en la capital francesa y estaba tomando fotografías en el apartamento de la princesa saudí. Cuando la princesa lo vio, sospechó y fue fotografiada en secreto. Se puso furiosa y ordenó al guardaespaldas que golpeara brutalmente al trabajador e incluso besara los pies de la princesa.
¿No está claro si este trabajador es un trabajador francés o un trabajador saudita? Sin embargo, si la princesa saudita viola la ley en Francia, definitivamente será castigada por la ley francesa. Sin embargo, el castigo también es muy indulgente, pues aunque fue condenado a 10 meses de prisión, ésta fue suspendida.
¿Tendrá esto entonces algún impacto en los intercambios entre los dos países? Porque el caso concreto no está claro. Si el trabajador es francés, la princesa saudita debe haber violado la ley francesa al tratarla de esta manera.
Pero si ese trabajador es un trabajador saudita y es tratado de esta manera y recurre a la ley francesa, también servirá como un recordatorio para la familia real saudí. En otras palabras, uno debe respetar las leyes de otros países en su tierra y no puede abusar del linchamiento sin autorización. Por supuesto, si este trabajador es un trabajador saudita, este asunto definitivamente tendrá un cierto impacto político.
En la actualidad, no está claro si las princesas sauditas disfrutan de inmunidad diplomática. Pero apoyo a Francia para que haga esto. Cuando un príncipe infringe la ley, es tan culpable como la gente común. Todo el mundo tiene los derechos humanos más básicos. La familia real saudita también tiene que impedir que los hijos reales de su propia familia real cometan crímenes en tierras ajenas, incluso si eres una princesa o un príncipe.