Ensayo de viaje a Nueva Zelanda alpaca
Después de despedirnos de las encantadoras alpacas, seguimos el camino lleno de baches hasta el huerto orgánico de la finca.
Me sentí muy renovado cuando vi un huerto tan grande. Las hojas de color verde oscuro se ven muy brillantes bajo la luz del sol. ¡Había una gran manada de ciervos corriendo por el huerto! Siguiendo el viento, nos bajamos del coche y caminamos juntos por el huerto.
Descubrí que existen dos tipos de árboles de kiwi, uno es el que solo crece pero no da ningún fruto el otro, en palabras del guía turístico, es un “árbol madre” que solo; da frutos! Aprendí sobre las tres generaciones de kiwi. La primera generación es verde; la segunda generación es amarilla o dorada; y la tercera generación es nuevamente verde, pero con una cáscara delgada, aproximadamente del mismo tamaño que un arándano.
Caminando de un lado a otro entre los huertos, escuché el canto de los gallos y el sonido de los kiwis cayendo al suelo. Al mirar los kiwis uno por uno, no solo estaba codicioso, ¡sino que mi boca también estaba codiciosa! En ese momento, el guía turístico dijo que puedes probar el té de kiwi y la miel únicos de Nueva Zelanda. Corrí primero. El té de kiwi es verde y no demasiado dulce, ¡pero la miel de kiwi es extremadamente dulce! Mezcle miel con té para darle otro sabor. La miel que tenemos en China es toda líquida, pero la miel de Nueva Zelanda es como el dulce de arroz glutinoso que comemos habitualmente: marrón, dulce y refrescante.
Escucha, Cerdito está llamando de esta manera~ Vamos a la Casa del Jabalí...