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Cuando el crucero japonés estalló, ¿por qué no atracó lo antes posible?

La razón principal es que Japón no está dispuesto a aceptar cruceros afectados por la epidemia.

Según las características del COVID-19, un brote en un crucero equivale a un foco de infección explosivo, súper invencible. Ningún país está dispuesto a aceptarlo, y Japón es un país tan pequeño con una población tan densa. Si hay supercomunicadores, es posible que Japón ya no exista. Aunque la enfermedad se puede curar, Japón no tiene tantos recursos a los que recurrir.

Razón secundaria: Basado en el principio de gestión territorial de los cruceros, Japón cree que el diamante pertenece a Estados Unidos y no debe ser controlado por Japón.

Este crucero pertenece a Estados Unidos. Lógicamente, si hay algún problema con el crucero, deberían regresar a Estados Unidos en busca de ayuda. Pero Estados Unidos no está dispuesto a aceptar este crucero porque la mayoría de los cruceros son japoneses y Estados Unidos es una persona muy egoísta. Nunca pondría en riesgo a su propio hijo al adoptar un hijo. Japón tampoco está dispuesto a aceptarlo. La no aceptación por parte de los dos países dejó al crucero a la deriva en el mar durante días sin que ninguno de los dos países le permitiera atracar.

Consideraciones de los líderes nacionales: Para garantizar la seguridad de tu país, sacrifícate para salvarme.

Estados Unidos piensa, no puedo soportar esta papa caliente, y Japón piensa, no puedo soportar esta papa caliente tampoco. Sólo hay una razón por la que piensan así. No quieren poner a su propia gente en una situación desesperada debido a este crucero. Al hacerlo, sin duda no dieron prioridad a la seguridad de las personas en este barco, porque si podemos controlarlo lo antes posible, tal vez el número de personas infectadas no aumente a tanto.

Japón conoce la gravedad de la epidemia y necesita tiempo para estudiar contramedidas.

Al final, Japón sintió que ya no podía ignorar a su propio pueblo, por lo que no tuvo más remedio que aceptar esta súper fuente de infección. Pero antes de aceptarlo, deben realizar una evaluación, prevención y control de riesgos (los japoneses prestan atención a los derechos humanos y siempre dicen que los violan). Pero después de que el crucero atracó, los japoneses, como de costumbre, decepcionaron a todos y no tomaron las medidas de aislamiento adecuadas.