Hay dos tipos de fuentes de luz para fotografía: () y ().
La luz natural se refiere a la luz procedente de la naturaleza, como la luz del sol, la luz de la luna, la luz de las estrellas, etc. La luz natural es una de las fuentes de luz más comunes porque se puede utilizar en cualquier momento y lugar sin ningún coste adicional. La luz natural se caracteriza por ser suave, natural y real, pudiendo presentar colores y texturas muy realistas. Pero la luz natural también tiene sus limitaciones, por ejemplo, el mal tiempo afectará el brillo y el color de la luz, y el tiempo de disparo también está limitado por el amanecer y el atardecer.
La luz artificial se refiere a la luz producida por lámparas y otros equipos, como linternas, luces LED, bombillas, etc. La luz artificial se puede ajustar según sea necesario y el brillo, el color y la dirección son controlables. Se puede utilizar en cualquier momento y en cualquier lugar, perfecto para fotografías en interiores. La luz artificial se caracteriza por ser brillante, clara y nítida, y puede resaltar el contorno y los detalles del sujeto. Sin embargo, si se usa incorrectamente, producirá sombras y reflejos excesivos, afectando el efecto de la foto.
En resumen, la luz natural y la luz artificial tienen sus pros y sus contras. Los fotógrafos deben elegir la fuente de luz adecuada según las necesidades y condiciones del rodaje para poder tomar fotografías de alta calidad.