La tensión y el tema de la organización fotográfica
Fuerza de hombros y brazos
Hemos visto cómo algunos elementos básicos de la imagen son más poderosos que otros, como las diagonales. Algunas estructuras de diseño también son más dinámicas: el ritmo crea impulso y dinamismo, y la disposición excéntrica de los objetos crea tensión mientras el ojo intenta establecer su propio equilibrio. Pero además de considerar si la imagen está equilibrada, también se puede examinar desde la perspectiva de la tensión dinámica. Básicamente, esto utiliza la capacidad inherente de varias estructuras para mantener el ojo alerta y moverlo desde el centro de la imagen hacia la periferia. Esto es contrario al carácter estático de la composición normal.
Introducir tensión dinámica en tus fotografías para atraer la atención puede parecer fácil e inmediato, pero requiere precaución. Al igual que usar colores fuertes y llamativos en una sola foto es obvio, pero puede volverse artificial cuando se usa repetidamente. Nuevamente, este método de activar fotografías puede volverse aburrido rápidamente. Al igual que otras técnicas de diseño que causan una primera impresión fuerte, carecen de poder de permanencia y el efecto generalmente desaparece rápidamente y la atención pasa a la siguiente foto.
Sin embargo, la técnica para obtener tensión dinámica es muy sencilla, como se muestra en el siguiente ejemplo. Aunque no se puede reducir a una fórmula, la combinación ideal es un conjunto de diagonales en diferentes direcciones, líneas opuestas y cualquier medio estructural para desviar la vista de la imagen, preferiblemente en direcciones opuestas. Sin embargo, para evitar el uso de una estructura circular cerrada, por ejemplo, se puede utilizar un fuerte impacto sobre los espectadores y las líneas de visión.
En la imagen, la línea de visión está separada de la dirección del objeto que está delante. Su rostro está hacia la izquierda y su postura sugiere esa dirección. El embudo lleno de metal fundido mira hacia afuera, hacia la derecha. Visualmente, los dos se enfrentan.
Las líneas divisorias y las tendencias son clave para la tensión dinámica. Aquí, las ramas del árbol y sus fuertes sombras curvas tienen una fuerte tendencia hacia afuera que se exagera con la lente gran angular de 20 mm (distancia focal equivalente). La distorsión y posición del edificio hacen que parezca como si se hubiera movido hacia la izquierda desde el marco.
En la imagen de arriba, dos mujeres sudanesas organizan y pisotean con habilidad y gracia el algodón recién recogido en el sur de Jartum. La lente gran angular exagera la deformación geométrica de la imagen cerca de los bordes del encuadre. Esta obra, seleccionada a partir de una secuencia de fotografías, ¿es la más potente y dinámica? Las líneas y los gestos llaman la atención hacia la izquierda y hacia la derecha simultáneamente.
Tema y Fondo
Estamos acostumbrados a aceptar el concepto de fondo. En otras palabras, a través de nuestra experiencia visual habitual, asumimos que la mayoría de las escenas tienen algo que estamos mirando (el sujeto) y algo en lo que el sujeto se apoya o en lo que confía (el fondo). El sujeto está al frente y el fondo atrás. El sujeto es importante, por eso se tomó esta foto, el fondo está ahí porque algo tiene que llenar la parte vacía del encuadre. Como vimos anteriormente, este es un principio central de la teoría Gestalt.
Esto es cierto en la mayoría de las fotos. Lo que encontramos en las fotografías a menudo no es un objeto discreto o un grupo, sino una parte de una persona, una escena, un grupo de edificios, etc. Detrás del foco de interés está el fondo, que en muchas fotografías excelentes y bien diseñadas complementa al sujeto. A menudo sabemos cuál es el sujeto antes de tomar la foto y el punto de interés principal ya está decidido: una persona, tal vez un caballo o un automóvil. Si tienes control sobre el entorno de tu foto, tu próxima decisión probablemente sea elegir un fondo: decidir qué partes de la escena acentúan mejor al sujeto. Eche un vistazo a la mayoría de las imágenes de este libro y verá que decisiones como estas son tan comunes que casi no vale la pena mencionarlas.
Sin embargo, en algunos casos, el fotógrafo puede elegir cuál de las dos partes del campo de visión es el sujeto y cuál es el fondo del sujeto. Normalmente, esto sucede si la imagen está borrosa y tiene pocos detalles reales. En este sentido, la fotografía fue inferior a la pintura desde el principio porque era difícil eliminar su realismo inherente. En particular, el público sabe que las fotografías reflejan un mundo real, por lo que busca pistas reales.
El ejemplo más puro de la relación ambigua entre sujeto y fondo es la caligrafía china y japonesa, donde el espacio en blanco entre trazos juega el mismo papel activo y coherente que las letras negras. Cuando el desenfoque alcanza el máximo, se produce una percepción alterna. A veces el tono oscuro pasa al frente y otras veces se esconde detrás, y las dos imágenes entrelazadas fluctúan de un lado a otro. La premisa de este efecto es bastante simple. En primer lugar, hay dos colores en la imagen; cuanto mayor sea el contraste, mejor. En segundo lugar, las superficies ocupadas por ambos deberían ser lo más iguales posible. Por último, cuantas menos pistas sobre quién está delante de quién en el contenido de la foto, mejor.
La importancia aquí no es cómo crear una fotografía ilusoria, sino cómo explotar o evitar la relación ambigua entre el sujeto y el fondo. Los dos ejemplos de siluetas que se muestran aquí utilizan las mismas técnicas que la caligrafía: el fondo real es más brillante que el sujeto real, lo que hace que las áreas sean casi iguales y las formas no sean obvias a primera vista; Sin embargo, si miras un poco más, aún puedes reconocer la forma. La relación borrosa entre el sujeto y el fondo aquí no se utiliza para crear una ilusión abstracta, sino para agregar tensión visual e interés a la imagen.
Esta foto fue tomada a través de dos marcos de ventanas de tierra apisonada en un patio nubio en el norte de Sudán.
Bajo la luz solar directa y intensa, el contraste entre la luz y la oscuridad es grande. Recortar con cuidado el encuadre para que las áreas claras y oscuras tengan el mismo tamaño genera confusión entre el sujeto y el fondo, ya que las personas a menudo sienten que las partes claras sobresalen más que las oscuras.
En este grupo de fotografías tomadas en torno al tema, el sujeto es un monje cantando junto a una pagoda en Myanmar. Detrás de la silueta hay una valla dorada. Este conjunto de fotografías va de izquierda a derecha, desde directas y obvias hasta un poco borrosas, y termina con cantidades iguales de áreas claras y oscuras recortadas. Debido a que el fondo es muy brillante, crea una alternancia visual que realza la sensación de abstracción.