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Aragaki Yui también cometió errores. ¿Qué otro Aragaki Yui has visto?

Aragaki Yui también cometió errores. ¿Qué otro Aragaki Yui has visto?

Las chicas japonesas siempre han sido muy populares entre todo el mundo. A muchas personas les gusta poner fotos de chicas japonesas en las pantallas de bloqueo de sus teléfonos móviles porque su estilo es alegre y dulce, lo que les da a las personas una sensación pura y despreocupada. Entre estas chicas japonesas, hay una llamada Aragaki Yui, que es muy famosa y se puede decir que es la representante de las diosas japonesas. Y su popularidad es aún más sorprendente. Mucha gente en Asia la conoce.

La razón por la que puede convertirse en la representante de las chicas japonesas es que tiene una apariencia particularmente fresca y puede dar a la gente una sensación refrescante. Y su temperamento es particularmente suave, lo que brinda a la gente una atmósfera cálida. Además, la ropa combina bien al tomar fotografías, lo que hace que su apariencia general parezca particularmente cómoda.

De hecho, como todos sabemos, las fotografías de los famosos las realizan fotógrafos especializados. Recientemente, hubo una serie de fotos sobre Aragaki Yui, que se decía que eran sus selfies, por lo que mucha gente se sintió aplastada después de verlas. No puedo creer que ella sea la diosa de la energía. Parece que Aragaki Yui a veces falla. En este conjunto de fotografías, su piel luce particularmente apagada, su rostro está más gordo de lo habitual y sus cejas son particularmente espesas. Desde este punto de vista, comparada con las fotografías habituales de la diosa, ella es realmente una persona diferente.

De hecho, algunas de las fotos de Aragaki Yui también contienen algunas fotos divertidas. Solía ​​haber uno. Ella se reía mucho. Quizás piense que su boca es fea. Se tapó la boca con las manos y entrecerró los ojos con una risa, que era muy diferente de su habitual mirada tranquila. Una vez apareció una foto de ella envuelta en una toalla rosa. Hacía mucho frío y hacía sentir la indiferencia de la gente. No tenía nada que ver con su habitual gentileza.