Las personas pueden ser ambiciosas, pero no pueden carecer de ambición. La cultura humana se desarrolla en el proceso de romper constantemente las barreras naturales y artificiales del aislamiento cultural. China no puede cerrar su propio espacio vital, pero debe desempeñar un papel proactivo en la globalización cultural y acomodar la cultura y los valores universales con confianza, tolerancia y elegancia. Sólo así podremos superar con éxito el atolladero del período de transición a la modernización, convertirnos con certeza en una gran potencia y convertirnos en una fuente de estabilidad para el orden global. ("Revista Económica" Número 3, 2007)