Cómo formar locutores
La respiración es el poder y la base de la voz humana. Al transmitir y presentar, la velocidad, el flujo y la presión de la respiración están directamente relacionados con el tono, la fuerza, la duración y el sonido del sonido. Se puede decir que para controlar el sonido y el lenguaje debemos aprender a controlar la respiración.
El llamado “control de la respiración” consiste en aprender el método de respiración combinada torácica y abdominal. En la vida, la respiración instintiva de las personas es una respiración superficial, es decir, sólo respiración torácica. Al transmitir o presentar, utilice este método de respiración instintivo para pronunciar palabras. Con el tiempo, las cuerdas vocales se cansarán y la voz se volverá ronca. El método combinado de respiración torácica y abdominal implica respirar profundamente e inhalar aire hacia el diafragma en la parte inferior de los pulmones, donde la mayoría de las personas usan sus cinturones. Generalmente inhala por la nariz e inhala aire desde el diafragma, lo que hace que las costillas se expandan hacia afuera de forma natural. El abdomen se siente hinchado en este momento. A medida que la parte inferior del abdomen se contrae gradualmente, la respiración también proviene de lo más profundo de la parte inferior del abdomen, lo que promueve la pronunciación de las cuerdas vocales. El sonido producido de esta manera no sólo es fuerte y potente, sino también duradero, manteniendo toda la frase completa y redonda. Por el contrario, si tu diafragma colapsa nada más exhalar, el aliento se liberará tan rápido como una bola que se rompe y el sonido perderá su soporte. El problema causado por esto es que las primeras palabras están respaldadas por la respiración, pero las siguientes palabras no están respaldadas por la respiración. Al hablar, me siento fuerte por delante y débil por detrás y sin aliento. La respiración en sí es laboriosa y el sonido es difícil de sostener. A esto se dedicará la siguiente sección sobre ejercicios de respiración. A continuación se muestran algunos ejercicios de respiración.
1. Ejercicio de piel suave
El más común es el "bostezo silencioso", es decir, al bostezar, deliberadamente no abres la boca, sino que inhalas y exhalas con fuerza por la nariz. .
2. Método de conteo abdominal
Túmbate en la cama con una pila de libros sobre tu abdomen, respira profundamente y cuenta atrás desde 1. Se trata de un entrenamiento obligatorio del gasto respiratorio, con el fin de potenciar el control de los músculos abdominales y del diafragma. Al realizar este ejercicio, puedes comenzar con unos cuantos libros menos e ir incrementándolos gradualmente, es decir, paso a paso. Para no quitarte tiempo de trabajo, puedes realizar este ejercicio antes de acostarte.
3. Método de conteo aeroacústico
Respira hondo, contiene la respiración durante unos segundos y luego cuenta desde 1 con voz uniforme, baja y entrecortada, como un susurro. Al igual que contar la barriga, comience con unas pocas. Sin embargo, cabe señalar que al contar, trate de no contener la respiración ni tener fugas.
4. Recitar poesía mientras corres
Si tienes asma leve mientras corres, puedes recitar una breve pieza de poesía antigua. Al comienzo del entrenamiento, dos personas pueden cooperar, trotar una al lado de la otra y recitar frase por frase. Al recitar, trate de controlar el sonido de la respiración; después de recitar un poema, ajuste su respiración antes de continuar. También es importante señalar que este tipo de entrenamiento no está permitido durante el ejercicio extenuante.
5. Robar aire para ventilación
Elige un artículo o párrafo con muchas frases largas y léelo a mayor velocidad cuando la respiración sea insuficiente, utiliza la técnica de “robar aire”; para determinar la mejor posición para respirar después de leer. El llamado "robar aire" significa no inhalar mientras se emite un sonido, sino inhalar parte del flujo de aire a una velocidad extremadamente rápida sin que nadie se dé cuenta. Para la ventilación es recomendable utilizar la boca y la nariz juntas, siendo la nariz la principal, y aprovechar la diferencia horaria para que el aire fluya abundante y potente.