Modelo inmobiliario de Singapur

El modelo inmobiliario de Singapur es que el gobierno asume la obligación de "propiedad de la vivienda". El gobierno garantiza las necesidades de vivienda de la gente vendiendo terrenos de propiedad estatal a precios bajos, construyendo viviendas públicas a gran escala y tomando medidas enérgicas contra la especulación. En Singapur, la proporción de apartamentos llega al 80% y la proporción de casas privadas es del 20%. Los apartamentos HDB son construidos por el gobierno y dan prioridad a las necesidades de los grupos de ingresos bajos y medios. Por lo tanto, el precio de venta puede controlarse estrictamente y la relación precio-ingresos siempre se mantiene en un nivel razonable de 5 a 5. 6.

Al mismo tiempo, el gobierno controla estrictamente la reventa de los apartamentos HDB. Una familia sólo puede poseer un apartamento HDB y sólo tiene dos oportunidades para comprar un apartamento HDB en su vida (una para ocupación independiente básica y otra para mejoras). Sólo se pueden revender después de haber vivido allí durante un cierto período de tiempo y sólo a personas cualificadas. Gracias a esta serie de combinaciones, Singapur pudo controlar los precios de la vivienda a un nivel razonable.

Características del modelo de vivienda de Singapur;

1. Lograr una oferta efectiva de vivienda pública bajo una fuerte intervención gubernamental.

La característica más importante del sistema de vivienda de Singapur es la fuerte intervención gubernamental. El objetivo de la política de vivienda de Singapur es la “propiedad de la vivienda”. El modelo es que el gobierno utilice sus abundantes recursos financieros para construir apartamentos, permitiendo que más del 80% de la población viva en viviendas públicas, y al mismo tiempo gestionarlos a través de mecanismos eficientes.

2. Segmentar la demanda efectiva del mercado inmobiliario mediante el diseño de objetivos de gradiente escénico.

El objetivo de la política de vivienda es satisfacer las necesidades de vivienda razonables. La demanda de vivienda se puede dividir aproximadamente en tres niveles: demanda de vivienda, demanda de calidad de vivienda y demanda de derechos de propiedad. La demanda de vivienda puede ser satisfecha por el gobierno o el mercado. Para los residentes individuales, el nivel de demanda de vivienda se determina en función de sus propias condiciones económicas. Para los residentes urbanos en su conjunto, el grado en que se satisfacen las necesidades de vivienda depende de factores como la fortaleza económica de la ciudad y la superficie de terreno disponible.