Se expone la portada de la edición de marzo de la revista "Li Shuxin". ¿Qué significan estas fotos?
Desde el debut de Li Shuxin, Li Shuxin ha tomado muchas fotografías. Además, cada vez que Li Shuxin filma un producto terminado, tiene un sentido de historia. El tema de las fotografías de Li Shuxin esta vez es obviamente la autoexpresión. No hubo muchos accesorios muy complicados y engorrosos durante el proceso de filmación. El accesorio utilizado por Li Shuxin para la foto de portada fue una puerta. Esta puerta no es una puerta real, sino una puerta similar a un cojín de silicona. Li Shuxin yacía en la puerta e hizo un gesto de pensar. Pero el mundo interior y detrás de la puerta no son dos mundos diferentes. Li Shuxin es la única en toda la pintura, lo que muestra que Li Shuxin quiere abrir puertas y superar dificultades para convertirse en una mejor versión de sí misma.
La portada de marzo de Li Shuxin parece muy infantil.
La figura de Li Shuxin es muy delgada, por lo que le da a la gente la apariencia de un niño pequeño. Esta vez, el estilo de Li Shuxin es completamente negro. La combinación de ropa de Li Shuxin también es muy consistente con el fondo de la fotografía. No hace que la gente se sienta monótona, pero la hace sentir muy pura y natural. Además de las fotografías de portada, Li Shuxin también tomó muchas fotografías del interior de la revista. El estilo de la foto interior es muy similar al de la portada de la revista, excepto que la ropa de Li Shuxin ha cambiado.
Las fotos que Li Shuxin tomó para la edición de marzo de la revista de moda también son muy hermosas.
El editor prefiere la foto de Li Shuxin con ropa azul tirado en la puerta. El editor cree que en esta foto, la expresión de Li Shuxin es muy inteligente, lo que lo hace sentir muy animado. En otra serie de fotografías, Li Shuxin tiene una expresión muy seria. Además de la puerta de utilería, también hay una almohada grande en la foto tomada por Li Shuxin. Li Shuxin vestía un suéter negro y jeans azul claro, sentado en la almohada. Enterró la cara en el cuello de su suéter. Aunque esta acción parece descoordinada, todavía da a la gente una sensación de vulnerabilidad.