¿Se pueden dividir los patrones de consumo en consumo de dinero de compensación y consumo de crédito?
Según los diferentes métodos de transacción, el consumo se puede dividir en consumo de liquidación de dinero, consumo de préstamos y consumo de arrendamiento.
Existen dos métodos de pago para dinero y bienes: pago en una mano y entrega en una mano. Una vez completada la transacción, la propiedad y los derechos de uso de los bienes pertenecen al comprador.
Consumo de préstamos: los consumidores piden prestado dinero a instituciones financieras y no financieras, como bancos, para comprar casas, automóviles o gastos de consumo como atención médica y viajes.
Consumo en arrendamiento: El arrendador cede un bien de su propiedad al arrendatario. El arrendatario obtiene el derecho de uso del bien por un periodo de tiempo, pero la propiedad del bien permanece en manos del arrendador. .
Datos ampliados
Características
El consumo se divide en consumo de producción y consumo personal. El primero es el uso y consumo de medios de producción y trabajo vivo en el proceso de producción material. Este último es el comportamiento y el proceso en el que las personas utilizan los materiales materiales y los productos espirituales producidos para satisfacer sus necesidades personales. Es "realizar funciones vitales fuera del proceso de producción". Es una condición indispensable para la restauración de la fuerza laboral humana y la reproducción laboral. En términos generales, el consumo se refiere al consumo personal.
Por ejemplo, la producción capitalista es la producción destinada a explotar la plusvalía creada por los trabajadores asalariados. Esto determina que el consumo de los trabajadores se limite a un rango muy estrecho. El bajo nivel de consumo de los trabajadores obstaculiza o incluso destruye el desarrollo de la producción. La crisis económica es un ejemplo destacado.
Bajo el sistema socialista, el propósito de la producción social es satisfacer las crecientes necesidades materiales y culturales de la gente, lo que elimina la contradicción antagónica entre producción y consumo. El consumo también se ha convertido en una poderosa fuerza impulsora de la producción y el desarrollo de toda la sociedad.