¿Será rentable la inversión en acciones si insiste en realizar operaciones T todos los días? ¿Es este método factible?
El núcleo del mercado de valores reside en el cambio. Se puede decir que el éxito lo es y el fracaso lo es. Después de algunas investigaciones cualitativas y cuantitativas, soy firmemente optimista sobre Baosteel. Antes de comprar, primero planifiqué la cantidad de fondos que podía invertir en Baosteel: un máximo de 200 lotes. Para mi investigación sobre Baosteel, puede consultar mi video principal "Baosteel: ¿Cuándo ascenderá el líder del acero?" Aunque el vídeo se publicó hace unos meses, creo firmemente que la intención original de mantener Baosteel no cambiará.
En teoría, hacer T todos los días es infinitamente maravilloso, ganar dinero sin importar si sube o baja. Si no hay riesgo en el mercado de valores, hay oportunidades. ¿Crees que es posible? El mercado defiende que la publicidad T está en todas partes. La comprensión no es esencial, pero no lo creas. De hecho, es una operación de corta duración, básicamente una operación de día completo. Las fluctuaciones intradía están controladas principalmente por el dinero caliente y tienen poco que ver con los fundamentos de la empresa o el desarrollo de la industria. Los inversores minoristas quedan atrapados por la fuerza principal sólo cuando compran y venden en fluctuaciones controladas. Es difícil de controlar al tomar la posición T. En el funcionamiento del tablero de control principal, se suprime el pensamiento racional, el pensamiento es incompleto y la postura inadecuada es inevitable.
En el proceso de transacciones tan frecuentes, la filosofía de inversión a largo plazo en la mente de los inversores minoristas se ha olvidado durante mucho tiempo. En otras palabras, comer tendencias a largo plazo y pequeñas fluctuaciones es un deseo ideal. Es una pena que la fuerza principal también piense lo mismo. En ocasiones, los inversores minoristas pueden ganar dinero en uno o dos días, pero a largo plazo definitivamente perderán dinero, porque la fuerza principal controla el ritmo de las fluctuaciones de las acciones y el ritmo controla las emociones de los inversores minoristas. Controlar las emociones equivale a controlar el pensamiento de los inversores minoristas. En resumen, las emociones de los inversores minoristas se ven constantemente perturbadas por la codicia y el miedo en pequeñas fluctuaciones, lo que les imposibilita invertir racionalmente. Debería ser prerrogativa exclusiva de las instituciones, no una pepita de oro para los inversores minoristas.