¿Es mejor que una acción se ponga roja o verde?
1. Nivel psicológico
En primer lugar, la subida o bajada de las acciones tiene un gran impacto psicológico en los inversores. Cuando los precios de las acciones se vuelven rojos, los inversores pueden sentirse lo suficientemente felices y confiados como para conservar esas acciones. Esto puede llevarlos a seguir invirtiendo y acercarse a la rentabilidad. Por el contrario, las acciones verdes pueden frustrar o asustar a los inversores, lo que puede llevar a un comportamiento de venta. Esta situación puede hacer que los inversores vendan a mínimos y pierdan ganancias a largo plazo.
2. Inversión a corto plazo
Para quienes realizan inversiones a corto plazo, mantener acciones puede durar solo unos días o semanas. En este caso, es importante que los inversores cambien la acción a rojo o verde. Los inversores pueden obtener ganancias fácilmente si aumenta el precio de las acciones que compran. Por el contrario, si el precio de las acciones cae, no habrá ganancias. Por lo tanto, para los inversores a corto plazo, es mejor que las acciones se pongan rojas.
3. Inversión a largo plazo
Los inversores a largo plazo están más preocupados por el rendimiento a largo plazo de las acciones. A largo plazo, las fluctuaciones a corto plazo en los precios de las acciones no son importantes. Durante las últimas décadas, la mayoría de los mercados han tenido una tendencia ascendente de largo plazo. Por lo tanto, si los inversores están dispuestos a mantener acciones a largo plazo, no deberían prestar demasiada atención a las fluctuaciones del precio de las acciones a corto plazo. En este caso, el cambio de precio rojo-verde no tiene ventajas ni desventajas obvias para ellos.
Conclusión
En resumen, si una acción debe volverse roja o verde depende de cómo los inversores la posean. Para los inversores a corto plazo, el rojo es mejor. Los inversores a largo plazo no necesitan preocuparse demasiado por el color de las fluctuaciones de precios a corto plazo. Sin embargo, cualquier inversor debe darse cuenta de que el precio de las acciones es sólo un punto pasajero en el cronograma. Los inversores deben evaluar los fundamentos y el potencial a largo plazo de una empresa y considerar cualquier factor macro que pueda afectar el precio de las acciones. Al considerar comprar o vender una acción, si la acción se vuelve roja o verde no debería afectar su conclusión.