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Vivian Maier: Solo era niñera, pero su patrimonio neto se duplicó gracias a la fotografía

Era simplemente una niñera discreta, de aspecto testarudo y aburrido. Era soltera, desconocida y silenciosa, y vivió toda su vida.

Pero tras su muerte, su fotografía la hizo famosa en todo el mundo.

Ella es Vivian Maier, una forastera que se ha alojado en una casa tras otra, una grabadora de la época que sostiene una cámara réflex de doble lente ante extraños en las calles de Nueva York y Chicago, y una A. fotógrafo callejero antes de que se formara formalmente el concepto de fotografía callejera.

Lleva una doble vida.

Frente a los demás, es una niñera que vive en paz y armonía con sus hijos.

En persona, sigue explorando el mundo de la fotografía, observando y captando las vidas; de los grupos marginados con su mirada.

La fotografía es el arte de la observación, una especie de mirada.

Miró el mundo, entró en el encuadre, se centró en los personajes y las escenas que la atraían, presionó rápidamente el obturador y luego se fue en silencio.

Ha fotografiado a mujeres con ropa preciosa, a personas sin hogar que viven en la calle, a ella misma en varias imágenes reflejadas, montones de periódicos y artículos desechados en los cubos de basura...

Vivian mantuvo su mirada fija en el mundo, pero nunca le dio al mundo la oportunidad de girarse y mirarla, hasta que John, el director de "Buscando a Vivian Maier" Maloof, descubrió los secretos escondidos dentro de esas pesadas maletas.

Chen Danqing dijo una vez que incluso los fotógrafos que están extremadamente apartados del mundo y tienen temas oscuros todavía gritan al mundo solos.

Este es el caso de Vivian Maier.

Después de regresar a Nueva York en 1951, comenzó a trabajar como niñera y al año siguiente compró su cámara réflex de doble lente Rolleiflex favorita.

En 1956, se mudó a una casa de Chicago como niñera. En esta casa, tuvo la suerte de tener un baño personal que podía usarse como cuarto oscuro. Pero después de eso, le resultó difícil volver a tener esa oportunidad, por lo que innumerables películas se acumularon en la gran maleta que llevaba consigo.

Alrededor de la década de 1970, Vivian comenzó a dedicarse a la fotografía en color, utilizando principalmente cámaras Leica IIIc, algunas cámaras SLR alemanas y películas Kodak Ektachrome de 35 mm.

Diez años después, a medida que crecía, le resultó difícil encontrar trabajo, cayó en la pobreza y ya no podía permitirse el coste de la película.

Su única forma de expresión exterior, la fotografía, llegó a su fin.

Cuando John Maloof buscó su nombre en línea, la única información que encontró fue su obituario.

Para el mundo, era como si ella nunca hubiera existido.

Pero ella existió. Estaba atenta a la actualidad y miraba al mundo. Su fotografía es la mejor prueba de su existencia.

Para todo aquel que sea un apasionado de la fotografía, cada momento captado por el objetivo debe pertenecerle y debe ser prueba de su existencia.

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