¿Cómo te motivaste para perseverar durante el examen de ingreso al posgrado? Habla sobre tu experiencia.
El examen de acceso al posgrado no es algo que se pueda lograr de la noche a la mañana, sino que requiere coraje y perseverancia para esforzarse al máximo.
Recuerda el dolor y el fracaso
Nací durante la Segunda Guerra Mundial y ya perdí una oportunidad. La segunda vez que comencé desde cero, mi estado de ánimo era muy diferente. La conmoción de perder la primera batalla, la brecha en mi corazón y las burlas de mis familiares una vez me estimularon mucho. Yo también era muy competitivo en ese momento, así que elegí la Segunda Guerra Mundial sin dudarlo. Sé que la Segunda Guerra Mundial fue un proceso más doloroso. He experimentado el dolor y el aburrimiento de la Primera Guerra Mundial. Es muy difícil leer el mismo punto de conocimiento y el mismo libro una y otra vez todos los días. Entonces, para motivarme a no rendirme, escribía esas feas palabras en un papel y las pegaba en mi escritorio. Cada vez que quiero rendirme, miro la nota post-it y me estremezco. Después de todo, nadie quiere volver a probar eso. Esto me funciona muy bien, como mostaza picante, para despertarme.
Usa un diario para aliviar el estrés
El proceso de realizar el examen de ingreso al posgrado es muy estresante, especialmente para un estudiante de la Segunda Guerra Mundial como yo. Me obligo a estudiar todos los días. A medida que pasa el tiempo, me volveré irritable, tendré pensamientos aleatorios y querré rendirme por un momento. Había tanta presión que me hizo la vida difícil. Así que compré un diario y cada noche escribí mis pensamientos, que podían ser quejas, amarguras o emociones. Utilicé mi diario para desahogar mis emociones negativas y, antes de darme cuenta, el diario estaba lleno. Este diario que me acompañó durante mi vida estéril también se guardó en un lugar precioso el día que bajé a tierra para realizar el examen de ingreso al posgrado. Toda mi perseverancia fue recompensada.
Piensa más en tu futuro y en tus objetivos.
A veces siento que las personas están persiguiendo una luz a lo largo de sus vidas. Obviamente, no importa lo duro o cansado que estés, nunca te rendirás. ¿Por qué? Porque ellos tienen metas y objetivos, porque saben dónde está su futuro, y yo también. Siento que tomar el examen de ingreso al posgrado y entrar a mi universidad ideal no es nada comparado con las dificultades que sufrí durante el examen de ingreso al posgrado. Si no pudiera ingresar a la escuela de posgrado, podría estar aún peor. Pero una vez que lo logré, lo que gané fue mucho mayor de lo que perdí durante el examen de ingreso al posgrado. Avanzo hacia mis metas, pienso en mi futuro todos los días y medito una vez al día para motivarme.