¿Cuáles son las cosas más divertidas que ha dicho jamás la reina Isabel II?
Ella simplemente me miró. Sólo la madre puede cuidar del niño. Más tarde esa noche, en una cena formal de estado, la Reina dijo: No sé si debería comenzar el brindis con esto: "Cuando estuve aquí, era 1776..." El presidente Bush y los diplomáticos se rieron.
Una reina, 12 presidentes.
La futura reina visitó Washington en 1951. El presidente Truman quedó prendado. Mientras comía, dijo: Cuando era pequeño, leí una historia sobre una princesa de hadas. ¡Ahí está ella!
Después de esta visita, la Reina entregó su receta de bollos al presidente Eisenhower. Ella concluyó:
A veces uso almíbar dorado o melaza en lugar de azúcar. Eso tampoco está mal.
En una conversación privada con Gore Vidal, Jacqueline Kennedy hizo un mordaz comentario sobre el vestido azul de la Reina. De alguna manera estos comentarios se hicieron públicos.
La Reina respondió cortésmente. Después de la muerte de Kennedy, construyó un monumento de un acre en Runnymede. Aquí se firmó la Carta Magna en 1215.
La reina Isabel dio a luz al príncipe Eduardo en 1964. Lyndon Johnson conoce a la princesa Margarita y a Lord Snowdon. El estrés de la guerra de Vietnam impidió a Lyndon Johnson viajar a Gran Bretaña y otros países en 1965-1966.
Richard Nixon se reunió con la Reina más que cualquier otro presidente. Incluso almorzaron en Chequers, el resort del primer ministro.
Al presidente Ford le encantaba bailar con la Reina. Al parecer, los demás invitados tenían demasiado miedo para hablar.
El presidente Carter besó a la Reina Madre en los labios. Es evidente que la etiqueta no es nuestro fuerte.
La Reina y el Presidente Reagan disfrutaron de su mutua compañía. Viajaron juntos en Inglaterra y Estados Unidos.
La princesa Isabel ha aprendido francés desde que era niña. Pero ella prefiere los caballos y la naturaleza.
Después de una tarde aprendiendo conjugaciones verbales con su profesora de francés, la princesa Isabel tomó una botella de tinta negra y se la vertió en la cabeza.
En mi opinión, esta es una buena estrategia para cualquiera que trate con los franceses.
El rey Jorge llamó a Isabel su orgullo y a Margarita su felicidad.