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La guerra no puede traernos más que muerte y destrucción. La guerra nos ha dejado recuerdos dolorosos y héroes. No podemos olvidar a los héroes que sacrificaron sus vidas por la justicia y la paz, y no podemos ni debemos olvidar a los héroes de la guerra. Ellos terminaron la guerra, detuvieron la destrucción y reemplazaron la muerte de otros con sus muertes.

La guerra ha terminado, conmemoremos a los héroes dormidos.

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Sesenta años después, en Francia, Normandía y Utah Beach, los veteranos que libraron sangrientas batallas aquí se vistieron con uniformes militares llenos de medallas y caminaron por la carretera. al mismo tiempo también descubrieron que las sonrisas de los veteranos eran tan pesadas...

Sesenta años después, Rusia, la Plaza Roja de Moscú, es el principal lugar para celebrar, o quizás para conmemorar, el 60 aniversario de Después de la victoria de la Segunda Guerra Mundial, los héroes de todo el mundo son respetados y elogiados por los líderes de varios países.

Sesenta años después, en un pequeño pueblo del noreste de China, una clase de estudiantes, encabezada por un hombre de 80 años, llegó al pie de un monumento. El anciano contó su experiencia de matar. enemigos, sobrevivir y escapar todavía era emocionante. Cantó la canción que le hizo hervir la sangre: "Corta al enemigo en la cabeza con el cuchillo grande..." Los estudiantes derramaron lágrimas...

Recuerdo. , por el pasado que no se puede olvidar.

La guerra no puede traernos más que muerte y destrucción. La guerra nos ha dejado recuerdos dolorosos y héroes. No podemos olvidar a los héroes que sacrificaron sus vidas por la justicia y la paz, y no podemos ni debemos olvidar a los héroes de la guerra. Ellos terminaron la guerra, detuvieron la destrucción y reemplazaron la muerte de otros con sus muertes.

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Sesenta años después, Rusia, la Plaza Roja de Moscú, es el principal lugar para celebrar, o tal vez debería decirse Para conmemorar el 60 aniversario de la victoria de la Segunda Guerra Mundial, los líderes de varios países respetan y elogian a los héroes de todo el mundo.

Sesenta años después, en un pequeño pueblo del noreste de China, una clase de estudiantes, encabezada por un hombre de ochenta años, llegó al pie de un monumento. El anciano contó su experiencia de matar. enemigos, sobrevivir y escapar todavía era emocionante. Cantó la canción que le hizo hervir la sangre: "Corta al enemigo en la cabeza con el cuchillo grande..." Los estudiantes derramaron lágrimas...

Recuerdo. , por el pasado que no se puede olvidar.

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