¿La forma en que te ves en el vídeo es fiel a ti mismo?
La persona en el vídeo no es el yo real, pero la persona en el espejo sí es el yo real.
Nuestros teléfonos móviles o cámaras son todos digitales. Aunque no entiendo muy bien los principios, sé un poco sobre ellos. Pertenece a la imagen digital, lo que significa que la imagen recopilada por la cámara se combina con innumerables puntos de diferentes colores y luego se muestra, por eso se llama píxeles y resolución. Cuanto mayores sean los píxeles de la cámara, más realista será la imagen; cuanto mayor sea la resolución, más clara será la calidad de la imagen. Por tanto, lo que muestra una cámara digital son datos, que no pueden ser 100% precisos.
Sin embargo, las cámaras con alta resolución y píxeles también tienen un pequeño inconveniente. Tomemos como ejemplo nuestras selfies favoritas, ya sea que estemos viajando o reuniéndonos con amigos, a todos les gusta compartir selfies en su círculo de amigos.
Una vez que hay un lunar o una mancha en la cara, es probable que la cámara del teléfono móvil lo amplifique, lo que hará que el selfie sea antiestético.
El yo más bello es el yo más auténtico
Cada vez más personas activan la función de belleza antes de tomar fotos para asegurarse de aparecer bellas en su círculo de amigos. De lo contrario, las fotografías feas pueden dañar tu autoestima. El espejo es mucho más simple. Refleja directamente tu apariencia en tus ojos, para que puedas ver tu verdadero yo en el espejo.
Sin embargo, no todos los espejos pueden reflejar tu verdadera apariencia. Tomemos como ejemplo el espejo mágico: este tipo de espejo utiliza el principio cóncavo y convexo del vidrio para reflejar a una persona gorda, delgada, alta o baja.
Desde el espejo podemos ver si nuestra apariencia es decente, pero no podemos ver nuestro corazón. La sociedad es un gran espejo. A través de este gran espejo podemos ver todo tipo de cosas en el mundo: la bondad, la fealdad, la luz del sol, la oscuridad, etc.
Cuando vemos en este gran espejo la belleza y la bondad que hemos tenido, debemos perseverar. Por supuesto, si ve sus propios defectos, ¡debe corregirlos a tiempo!