La política cambiaria del Líbano

Desde que estallaron las manifestaciones en el Líbano el 17 de junio del año pasado, la economía libanesa ha estado bastante preocupante, con una grave escasez de dólares y un alto desempleo. Después de más de tres meses de manifestaciones, el Líbano, destino turístico, sólo ha recibido a un puñado de turistas. Cerraron más de 785 restaurantes, cafeterías y otros establecimientos de servicios alimentarios. Según informes de los medios locales, LeMall, un conocido centro comercial en Beirut, anunció oficialmente que cerrará permanentemente antes de finales de marzo. Debido a la crisis económica en el Líbano y la escasez de dólares estadounidenses en el mercado, los comerciantes no pueden importar productos relacionados desde el extranjero. El cierre de los centros comerciales pronto provocará que muchas personas enfrenten una crisis de desempleo.

En esta situación económica, no sólo los grandes centros comerciales, sino también las empresas individuales se enfrentan a una gran crisis. Muchas empresas comerciales grandes y pequeñas enfrentan el riesgo de quiebra, y poderosas empresas de comercio exterior también están experimentando escasez de inventario y despidos porque no pueden importar bienes de los países de origen. Un gran número de libaneses están abandonando sus hogares en busca de trabajo. Según el análisis de los economistas, es poco probable que la situación económica del Líbano se recupere en el corto plazo. Se puede decir que la situación económica actual en el Líbano es peor que durante la guerra civil.

La situación financiera del Líbano continúa deteriorándose y la libra libanesa se deprecia. Las dificultades económicas han llevado a que un número cada vez mayor de ciudadanos adopten Bitcoin, que muchos consideran más estable que la moneda fiduciaria del país. Actualmente, los controles de capital impuestos por los bancos han reducido el ahorro en un 40%. Además, los retiros mensuales de divisas en el país alcanzaron un máximo récord de 50 dólares, mientras que las remesas transfronterizas tienen un límite de 50.000 dólares al año.

Actualmente, la situación económica del Líbano es preocupante y el país podría caer en la quiebra. No se trata tanto de una crisis económica como de la connivencia entre funcionarios y empresarios, la corrupción rampante, la crisis de confianza y la desesperación. Todos ellos se han convertido en cuestiones preocupantes. Los problemas estructurales de la economía nacional y la corrupción profundamente arraigada, junto con el conflicto interno en Siria y el impacto de las sanciones estadounidenses a Hezbollah, respaldado por Irán, en el Líbano no se eliminarán en el corto plazo, lo que agitará más niveles internos y externos. Mucha incertidumbre y malestar social.