Hacer una mesa pequeña composición de quinto grado
"Puedes ir al Palacio de la Juventud a hacer manualidades esta tarde". Cuando todos escucharon la noticia, todos se alegraron y todos estaban muy felices. Todos subieron al autobús y discutieron lo que harían. ¿Cómo es el maestro? ¿Cómo es el aula?
Nada más llegar al Palacio de la Juventud, subimos las escaleras y entramos al aula con emoción y nerviosismo. Había una máquina colocada delante de cada asiento. Estaba vestida de azul y tenía una pequeña sierra de menos de un centímetro de ancho en la parte superior, con una cola larga y un interruptor en la cola. El maestro es un maestro llamado Zhou.
Cuando empezó la clase, el profesor Zhou encendió la pantalla del ordenador, y vimos una variedad de mesas pequeñas, ovaladas, con forma de corazón, triangulares… todo tipo de mesas pequeñas. La maestra nos indicó cuidadosamente qué hacer y luego nos dio los materiales para hacer nuestras propias mesas pequeñas.
Los estudiantes de abajo no pudieron esperar más. Todos recogimos los especímenes y comenzamos a dibujarlos en serio. El aula estaba en silencio. Después de dibujar, puedes usar la máquina herramienta para cortar. Solía pensar que la máquina herramienta era solo una cama con una máquina, pero ahora sé que la máquina herramienta se usa para cortar cosas. La maestra dio la orden y encendimos el botón. Inmediatamente se escuchó un sonido ensordecedor de "chisporroteo" en el aula. Recogí la parte del cartón que quería cortar y apunté a la pequeña regla de sierra. La sensación recorrió mi cuerpo. Miré el cartón. Sin parpadear, la pequeña regla de sierra siguió moviéndose y temblando. Bajé la cabeza, doblé la cintura y trabajé meticulosamente. ¡ups! La regla de la sierra cortó torcidamente y cortó hacia el interior. A veces corto el interior, a veces corto el exterior y, a veces, casi corto la línea recta en un semicírculo, lo cual es realmente difícil de controlar. Después de decenas de minutos, finalmente terminamos, cortando la superficie y las patas de la mesa.
Luego, cogí papel de lija y alisé los bordes del tablero cortado y las patas de la mesa, luego los junté y finalmente los pegué con cinta adhesiva de doble cara. La pequeña mesa octogonal finalmente está lista. Me siento tan feliz mirando mi pequeño trabajo.
Esta práctica es algo que nunca olvidaré, porque me enseñó una verdad: el trabajo es glorioso, y sólo cuando trabajas ganarás algo.