¿Qué debo hacer si a mis alumnos de secundaria les encanta jugar con sus teléfonos móviles? ¿Qué debo hacer si a mis alumnos de secundaria les encanta jugar con sus teléfonos móviles?
1. Los padres dan el ejemplo. Si los padres siempre están jugando con sus teléfonos móviles, los niños suelen estar más dispuestos a jugar con sus teléfonos móviles. Por tanto, si quieres que tus hijos jueguen menos con productos electrónicos, el papel de los padres es especialmente importante. Después de regresar a casa después del trabajo, se pide a los padres que dejen a un lado sus productos electrónicos y jueguen con sus hijos. Esta es la forma más ideal de evitar que sus hijos jueguen con los teléfonos móviles.
2. Desarrollar reglas. Los padres pueden formular un código de uso del teléfono móvil con sus hijos. Por ejemplo: los padres actualizan las contraseñas del teléfono móvil de sus hijos de vez en cuando todos los días y exigen que los niños completen las tareas del hogar u otras. tareas enumeradas en la tabla todos los días. Obtendrá la contraseña solo después de completar la tarea; cuando salga con sus padres, los niños no llevarán sus teléfonos móviles con ellos; teléfonos durante las comidas o antes de acostarse. Si el niño no puede hacerlo, quítele el teléfono como castigo.
3. Desviar la atención de los niños y cultivar los intereses y pasatiempos de sus hijos. Cuando los niños son libres, los padres deberían hablar más sobre los intereses y pasatiempos de sus hijos. O bien, organice algunas actividades relacionadas con los intereses y pasatiempos de los niños los fines de semana, como fitness, salidas, etc. Deje que sus hijos encuentren cosas que les interesen.
4. No se permite ninguna intervención forzada. Para los niños adolescentes, la frecuencia del uso del teléfono móvil se ha vuelto cada vez mayor. Pueden comunicarse con amigos a través de teléfonos móviles o consultar información relevante, pero algunos niños lo usan. su teléfono móvil para jugar. Si se descubre que un niño es adicto a los juegos, los padres no pueden intervenir enérgicamente, ya que esto puede causar que el niño tenga una psicología rebelde.
El enfoque correcto debería ser animar a los niños a que dejen el móvil a través de recompensas. Por ejemplo, las dos partes han llegado a un acuerdo de que el tiempo dedicado a jugar con los teléfonos móviles no puede exceder las 2 horas al día. Si se llega a este acuerdo, se otorgarán ciertas recompensas. Las recompensas pueden ser más útiles para los niños adolescentes.