Programación infantil

El Festival de Primavera de 2017 nos ha dejado antes de que tuviéramos tiempo de saborear el ambiente animado y alegre del año, y el tiempo nos ha arrastrado a otra primavera. Siempre nos lamentamos de que el tiempo pasa volando y nos sentimos impotentes de que los buenos tiempos se hayan ido para siempre.

"Sí, el tiempo pasa cada vez más rápido, ¡quiero volver a mi infancia!" Algunas personas suspirarán.

No pude evitar preguntarle: "¿Por qué quieres volver a la infancia?"

"Porque la infancia no puede sentir el paso del tiempo".

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Aquí no puedo evitar pensar en una pregunta: ¿Por qué las personas no pueden sentir el paso del tiempo cuando son niños, pero más tarde pueden sentir el flujo acelerado del tiempo cada vez más? ¿Por qué algunas personas mayores tienen canas, pero claramente sienten que exudan una vitalidad que no es inferior a la de los jóvenes?

La respuesta es sencilla: curiosidad. Mantén la curiosidad y mantendrás una mente joven; mantén la curiosidad y conservarás las semillas de la exploración. Mantén la curiosidad y mantendrás una motivación incesante.

Cuando nacemos, miramos el mundo con los ojos bien abiertos. Los colores, las formas, los sonidos, los animales y las flores, incluso las nubes blancas en el cielo siempre nos atraen a explorar y descubrir. En este momento estamos inmersos en las cosas y no sentimos que el tiempo pase tranquilamente. Pero a medida que envejecemos, adquirimos una cierta comprensión del mundo y de nuestro entorno. Para sobrevivir y trabajar, repetimos todos los días las mismas cosas, y nuestra curiosidad queda oculta, por lo que sentimos la existencia del tiempo y aceleramos el flujo.

La vida humana es tan corta. Vuela arriba y abajo en el cielo y es una gota en el océano. ¿Quién no lamentaría ese momento de mi vida y admiraría la infinidad del río Yangtze?

Así que, si quieres retrasar el tiempo, debes abrir los ojos para ver el mundo, como un niño. Sólo manteniendo un corazón curioso los ancianos podrán permanecer jóvenes para siempre y regresar a la naturaleza. En lugar de sentarte en el sofá de casa tomando té todos los días y no hacer nada en todo el día, no consideres abrazar a tu nieto como tu único recuerdo.

Al mismo tiempo, disfrutar de la felicidad y aprender sin fin no son contradictorios. Aprender en sí es un placer. La curiosidad te mantiene joven y feliz. Mantener un corazón explorador como el de un niño siempre es más significativo que sentarse en casa y disfrutar de la felicidad.