¿Realmente explotará mientras cargas y juegas con tu teléfono?
Cargar tu teléfono mientras juegas con él puede explotar, pero la probabilidad es muy baja.
La principal causa de las explosiones de los teléfonos móviles es que la batería se sobrecalienta, provocando que la reacción química dentro de la batería se salga de control, produciendo una gran cantidad de gas y calor, y eventualmente provocando una explosión. El uso de un teléfono móvil mientras se carga aumentará el consumo de energía y la generación de calor del teléfono móvil, aumentando así el riesgo de sobrecalentamiento de la batería. Sin embargo, no todos los teléfonos móviles presentan tales peligros, porque las diferentes marcas y modelos de teléfonos móviles utilizan diferentes calidades de batería y rendimiento de seguridad.
En términos generales, los teléfonos móviles producidos por fabricantes habituales pasarán estrictas inspecciones de calidad y certificaciones de seguridad, utilizarán baterías de iones de litio o baterías de polímero de litio de alta calidad y tendrán múltiples medidas de protección para evitar la sobrecarga de la batería. sobredescarga, sobrecorriente, sobretemperatura y otras condiciones anormales. Por lo tanto, la posibilidad de explosión de estos teléfonos móviles bajo uso y carga normales es muy pequeña.
Por supuesto, esto no quita que podamos cargar y jugar con nuestro móvil con total confianza. Porque incluso los teléfonos móviles producidos por fabricantes habituales pueden provocar que la batería se sobrecaliente o se dañe debido a algunos factores externos o defectos individuales, provocando que el teléfono móvil explote.
Causas de las explosiones de teléfonos móviles
El uso de cargadores, cables de datos, fuentes de alimentación móviles y otros equipos de carga no calificados o inigualables puede provocar una corriente inestable o excesiva, que puede dañar o dañar la batería. calentado. Cargar o usar su teléfono en ambientes como alta temperatura, humedad, hermeticidad o luz solar directa puede afectar la disipación de calor del teléfono o causar un cortocircuito, lo que hace que la temperatura de la batería aumente.
Si el teléfono móvil se somete a daños físicos como impactos fuertes, apretones, rayones, etc., puede provocar que la batería se deforme o tenga fugas, provocando reacciones químicas o chispas. Si el teléfono móvil se sumerge en agua o entra en contacto con otros líquidos, puede provocar daños en el circuito o hacer que falle el mecanismo de protección, provocando anomalías en la batería.