Material de cerveza

La razón por la que la cerveza hace espuma:

La cerveza se exprime con una gran cantidad de dióxido de carbono, que puede formar ácido carbónico con agua a alta presión. Después de verter la cerveza, la temperatura aumenta, la solubilidad del gas disminuye y el gas se agota. A medida que aumenta la temperatura, el ácido carbónico se descompone y el gas se agota. Cuando se vierte, la presión en la atmósfera es menor que la presión en la botella, por lo que habrá burbujas.

El dióxido de carbono de la cerveza es un componente clave en la formación de espuma, que puede suavizar el amargor del lúpulo y la irritación del alcohol, aumentando así la sensación refrescante después de beber. A diferentes temperaturas, la cerveza tendrá una espuma diferente y sabores significativamente diferentes. La espuma también tiene el efecto de aislar la cerveza del aire, lo que puede debilitar el efecto de oxidación del aire sobre la cerveza. El sabor refrescante de la cerveza oxidada se perderá por completo e incluso puede resultar insoportable en la boca.

Datos ampliados:

Beber demasiada cerveza puede provocar cinco efectos secundarios importantes.

La cerveza es un vino de bajo contenido alcohólico con el que entramos en contacto a menudo en nuestro día a día. Es popular entre mucha gente debido a su bajo contenido de alcohol y su sabor refrescante.

El profesor Liang Donghui, médico jefe del Departamento de Medicina Tradicional China del Hospital Zhujiang de la Universidad Médica del Sur, señaló en una entrevista anterior que la cerveza contiene menos alcohol y es rica en nutrientes como azúcares, vitaminas, aminoácidos, sales inorgánicas y diversos oligoelementos. Para las personas sanas, beber con moderación no tiene mucho daño y también puede lograr el propósito de disipar el calor y la digestión.

Sin embargo, incluso si bebes unas cuantas botellas de cerveza porque crees que el bajo contenido de alcohol no importa, puede resultar contraproducente y además puede provocar los siguientes efectos secundarios:

Inducir enfermedades gastrointestinales: beber cerveza en un corto período de tiempo diluirá el jugo gástrico y destruirá el ambiente ácido del estómago, haciendo que el tracto gastrointestinal sea susceptible a bacterias patógenas y provocando enfermedades infecciosas intestinales como disentería bacilar y gastroenteritis aguda. Al mismo tiempo, dado que la cerveza se suele consumir con hielo, también puede provocar un descenso brusco de la temperatura gastrointestinal, provocando calambres, dolores abdominales y diarrea, pudiendo incluso provocar sangrado gástrico.

Aumenta el riesgo de hepatitis alcohólica: Aunque la cerveza tiene un bajo contenido de alcohol, produce una gran cantidad de calorías y la mayoría de los nutrientes que contiene pueden ser absorbidos por el cuerpo. Además, necesita ser metabolizado por el hígado. Si se consume en grandes cantidades durante mucho tiempo, también puede dañar el hígado y provocar hepatitis alcohólica.

Enciclopedia Baidu-Cerveza