Jardín de Asia Occidental: Jardín de Asia Occidental
Había jardines en la antigua Asia occidental. Alrededor del siglo VI a. C., el reino babilónico en las cuencas de los ríos Éufrates y Tigris era tan poderoso que el rey Nabucodonosor II construyó los Jardines Colgantes para sus concubinas. El jardín había sido destruido hacía mucho tiempo, pero así lo registraron los historiadores griegos Estrabón y Diodoro. Se dice que en el jardín hay terrazas de diferentes alturas, y las terrazas se van haciendo más pequeñas a medida que se asciende. Cada terraza está sostenida por una arcada de piedra, plantada con varios árboles y flores, y tiene un dispositivo de elevación de agua en la parte superior para regar las plantas. Desde la distancia, parece un jardín colgante, por eso la gente lo llama "jardín colgante" o "jardín suspendido".
A principios del siglo XX, los arqueólogos excavaron las ruinas del palacio babilónico y descubrieron las ruinas de un edificio rectangular en la esquina noreste del sitio. En este sitio se utilizaron muchas piedras preciosas y el techo contiene humedad. Los excavadores concluyeron que éste era el sitio de los Jardines Colgantes. Como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, se ha convertido en una importante atracción turística. Los antiguos jardines de Asia occidental son conocidos como uno de los tres sistemas de jardines más importantes del mundo. En comparación con los jardines de la antigua Grecia y China, la época de gloria de los jardines de Asia occidental fue más corta y tuvo menos impacto en las generaciones posteriores. Actualmente no hay suficientes investigaciones al respecto.