Hacer algo que amas como carrera te ayuda a cultivar actividades espirituales positivas y a mantenerte feliz, enérgico y saludable. Figura 5: Continúe aprendiendo y enriqueciéndose. Después de la jubilación, las personas mayores pueden seguir adquiriendo nuevos conocimientos, leyendo libros y periódicos y preocupándose por los asuntos nacionales. Quienes tengan las condiciones pueden unirse a la Universidad para Personas Mayores para enriquecer sus vidas, retrasar el envejecimiento cerebral y prevenir la aparición de demencia. En el proceso de aprendizaje continuo, las personas mayores no solo mejoran su autoestima, sino que también resuelven su soledad durante el aprendizaje. A través del aprendizaje, también podemos fortalecer la conexión entre las personas mayores y la sociedad y mejorar su propio sentido de valor social. 6. Atrévete a contactar con desconocidos. Cuando las personas mayores se mudan a un entorno extraño, deben afrontar la realidad, salir de casa con valentía, comunicarse activamente con los demás, preocuparse más por ayudar a los demás, establecer nuevas conexiones e integrarse en el nuevo entorno lo antes posible. Haga más amigos de todos los ámbitos de la vida, especialmente aquellos que olvidaron celebrar el Año Nuevo. Debe haber algunos amigos o hermanas de hierro. Aprecie y elogie más a los demás, aprenda de las fortalezas de los demás para compensar sus propios defectos y mejore constantemente su propia calidad. Aprender a abrirse y comunicarse con amigos puede ayudarlo a aliviar su depresión. Figura 7. Hacer amistad con personas mayores viudas o divorciadas, si consigues encontrar una pareja que te guste, reorganizar tu familia y dejar que el amor alimente tu alma, también es una buena forma de solucionar la soledad. Sin embargo, hay que considerar cuidadosamente y con cautela volver a casarse para evitar volver a sufrir daño. Para las personas mayores, volver a casarse no sólo puede cuidarse y apoyarse mutuamente en la vida, sino también comunicarse y consolarse espiritualmente, para que puedan lograr el equilibrio psicológico y la relajación espiritual. Permite a las personas vivir felices una vejez feliz y disfrutar de la última etapa de la vida. 8. Aprenda a apreciarse a sí mismo. Muchos jubilados tienen pensamientos negativos, piensan que son demasiado mayores para hacer cualquier cosa y que han sido eliminados por la sociedad. En realidad esto está mal. Las personas mayores deberían aprender a valorarse a sí mismas. Cuando somos viejos, no somos incompetentes ni inútiles. Hemos hecho las debidas contribuciones a nuestras familias y a la sociedad cuando éramos jóvenes. Incluso cuando seas viejo, ya no eres productivo. Mientras vivas, debes contribuir a tu familia y a la sociedad. No se sienta inferior, no se deprima, vea sus fortalezas y ventajas, viva una vida feliz con confianza y afronte la vida con una sonrisa. No sea demasiado frugal, disfrute del disfrute que se merece, vístase con cuidado, use ropa a la moda y participe con elegancia en diversas actividades sociales. 9. Los niños siempre deben hablar con los mayores. Los ancianos se quedan en casa todo el día, su gama de actividades es reducida y son viejos y frágiles. Sumado a la preocupación por los niños y la pérdida de viejos amigos, a menudo me siento incómodo por dentro. Es necesario desahogar y contar a la gente esta angustia mental, aburrimiento y ansiedad. Si la generación más joven puede tomarse el tiempo para charlar frecuentemente con los mayores, no sólo satisfará la psicología de los mayores, sino que también contribuirá a la armonía del ambiente familiar.