Cómo plantar rosas en otoño

1. Riegue y fertilice. El clima en otoño es fresco, la diferencia de temperatura entre el día y la noche es grande y el agua se evapora lentamente de las rosas. Generalmente con regar una vez al día es suficiente. Si se riega demasiado, la planta es propensa a pudrirse, provocando la caída de las hojas amarillas. Un riego insuficiente puede provocar hojas caídas y un crecimiento débil de las plantas.

2. Es recomendable regar la tierra de la maceta y mantenerla húmeda y seca. En otoño, la mayoría de las rosas están en plena floración. En circunstancias normales, el aderezo debe realizarse cada 10 días para descomponer el fertilizante líquido diluido. Para las rosas que florecen en otoño, aplique menos fertilizante nitrogenado y más fertilizante de fósforo y potasio para promover flores exuberantes.

3. Poda adecuada. Son muchos los cogollos que brotan en los rosales de otoño, conviene podarlos adecuadamente para evitar el consumo de nutrientes. Para las ramas reservadas, deja las hojas y recoge los cogollos. Las plantas con un crecimiento fuerte se deben podar intensamente, mientras que las plantas con un crecimiento débil se deben podar ligeramente. Para las rosas con capullos en otoño, no es adecuado volver a podarlos, pero se les puede quitar el corazón. Una poda adecuada ayuda a las plantas a acumular nutrientes y sentar las bases para el crecimiento futuro. También puede promover el envejecimiento de las ramas y mejorar la resistencia al frío.

4. Después de protegerlas del frío y del rocío, si no hay suficiente luz, una temperatura inadecuada y un desequilibrio entre fertilizante y agua, las plantas se debilitarán fácilmente. Las rosas temen al rocío frío, son intolerantes a las bajas temperaturas y propensas a congelarse. Por tanto, conviene guardarlo bajo el alero de cara al sol y de cara al viento. Cuando la temperatura desciende a 5 ℃, se debe trasladar al interior a un lugar soleado.